Columna


Mal olor corporal

ADOLFO GÓMEZ AGÁMEZ

11 de diciembre de 2009 12:00 AM

ADOLFO GÓMEZ AGÁMEZ

11 de diciembre de 2009 12:00 AM

Recibí un correo de uno de los lectores que me dejó de una sola pieza, pero, que agradezco porque me ayuda a no tocar temas que pueden herir susceptibilidades, sobre todo si me refiero a nuestro presidente Uribe, por eso, siguiendo el consejo del amigo, vuelvo a mi charco como la babilla, es decir, a los tópicos dermatológicos. Hoy me referiré a los olores del cuerpo. Olor viene del griego osme y de ese vocablo procede la palabra osmidrosis, que es un estado del sudor que presenta olor perceptible, aunque no forzosamente desagradable. No es así un término equivalente al de bromhidrosis, que viene del griego bromos, que significa fetidez y que implica una sudoración francamente maloliente, de origen externo, por la descomposición bacteriana. Estos estados por lo general coexisten con una hipersudoración. Ahora bien, no es rara la eventualidad y estoy seguro de que a Uds. les ha pasado, presentar osmidrosis después de haber ingerido un alimento o un medicamento, del primero, la cebolla y el ajo y del segundo, cuando se usa la tiamina (derivado de la Vitamina B) para efectos repelentes contra los mosquitos. En algunas enfermedades febriles los antiguos clínicos, que eran clínicos de verdad verdá, como los doctores Isaías Bermúdez, Baena, Pianeta y Bustillo, entre otros, distinguían con muy aguda pituitaria distintos olores sudorales y eso los llevaba muchas veces a diagnósticos acertados. La osmidrosis, fisiológica en algunos lugares como la axila, puede, por falta de aseo, transformarse en bromhidrosis, debido a la acción de las bacterias que reaccionan con el sudor, aumentándose el amoniaco y ácidos malolientes y esto se observa cuando el sudor se estanca en zonas de hiperhidrosis, donde la evaporación está dificultada; muchas veces basta suprimir los vellos que se comportan como retenedores del sudor, para que desaparezca el mal olor de las axilas, lo que el común de la gente en la Costa llama golpe de ala o grajo, y que en el interior llaman chucha. Así las cosas, son dos las zonas cutáneas afectadas por la bromhidrosis o mal olor: axilas y pies. Los grados serios de bromhidrosis son propios de los pies de los jóvenes y adultos y no deja de ser, en toda persona que se precie de limpia, un signo de negligencia, tanto más si se añade el descuido y aunque, a algunas etnias se les perdona por tener unas glándulas sudoríparas más grandes, no se eximen los que por ahorrar agua, hacen templo a la bromhidrosis por desaseo, esto último más común en los países Europeos. El tratamiento va encaminado a disminuir la sudoración, acompañada de una buena higiene y buenos hábitos alimenticios. *Dermatólogo a_gomezagamez@hotmail.com www.clinicadelapieladolfogomez.com

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS