Columna


Me cambiaron la lengua

VICENTE MARTÍNEZ EMILIANI

21 de junio de 2010 12:00 AM

VICENTE MARTÍNEZ EMILIANI

21 de junio de 2010 12:00 AM

Con el transcurso del tiempo el lenguaje cartagenero ha sufrido variaciones fundamentales. Las palabras diarias de mediados del siglo pasado han ido desapareciendo para darle paso a nuevos vocablos venidos del país cachaco o del turismo internacional. Yo lo sentí, dolorosamente, al regresar a Colombia después de 25 años de ausencia. Había mutaciones de gran espectro. Me encontré con que me habían cambiado el idioma, no sólo en las denominaciones de las cosas sino en el nombre de los lugares históricos. Estuve a punto de tomar un curso para ponerme al día. Porque la Boca del Puente, a la entrada de la ciudad vieja, se llama ahora la “Torre del Reloj”. Y el antiguo “Cerro de San Felipe”, en cuyas faldas se acurrucaba un barrio residencial, fue ascendido de categoría para convertirse en el Castillo de San Felipe. Y en la conversación cotidiana ocurre el mismo fenómeno. Las negras palenqueras, con su sonsonete musical y arrastrado, hablan hogaño de la “sandía” en vez de la patilla. Y ni que decir de la típica “empanada” con huevo a la que se designa irrespetuosamente con la etiqueta de “arepa”, venida de Barranquilla o del mundillo paisa o del país “cachuzo”. Ese es un punto. Y al “pudín” tradicional, típico en fiestas de aniversario, le decimos “ponqué” y a los “espejuelos”, que coronaron siempre la nariz de los abuelos, los denominamos gafas o anteojos. Definitivamente nos cambiaron el idioma las generaciones viajeras y la invasión de gentes del interior y del extranjero. Prueba del aserto es la siguiente lista de palabras de uso común para quienes hoy superan los cincuenta años: Buchipluma …;. Idiota Chichigua o pichurria…; Cosa sin importancia Envelope …;.. Sobre de carta Papindó…;…;. Cabello rizado Vascuencia …;.. Necedad El santo …;…; Cumpleaños Petaquilla …;…; Maleta de paja Brequear…;.. Frenar vehículos Taburete …;.. Silla de cuero Desoliñar…;.. Limpiar el techo Mapuchín …;.. Pendejo Pichicato…;. Avaro, “amarretas” Mariapalito …;…; Asiento mecedor Melega …;.. Empleada de servicio Zapato de caucho …;. Calzado tenis Puerta de campo …;.. Portón La lista anterior es la demostración de cómo los cartageneros hemos permitido que se nos cambien el lenguaje y las costumbres. Murió la tertulia del Camellón de los Mártires y las fiestas juveniles empiezan a las 11 de la noche, lo que era inconcebible 2 décadas atrás. De igual manera quedó sepultado el mismo idioma que heredamos de los abuelos. Y basta por hoy, con mi gratitud a todos los afectuosos amigos que, encabezados por Carol Rumié y Simón Bossa, ayudaron, más de una vez, a refrescarme la “mollera”. Palabra también echada a la canasta del olvido. *Ex congresista, ex embajador, Miembro de las Academias de Historia de Cartagena, y Bogotá, Miembro de la Academia colombiana de la lengua. academiadlhcartagena@hotmail.com

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