Con las canciones de Mercedes Sosa crecieron los ideales de libertad, se afianzaron los anhelos de transformación, se avivaron las esperanzas, se engrandeció el amor y se rindió tributo a la solidaridad humana. Con las tiernas y profundas canciones de Mercedes, se deleitaban los románticos, se engrandecían los soñadores, se envalentonaban los luchadores sociales, se ofuscaban los poderosos y se atemorizaban los violentos. No hay en Latinoamérica y en muchos países del mundo líderes, o anónimos batalladores de futuro, que no se sintieran inspirados e impulsados por el poder de la palabra cantada por “La Negra”. Esa mujer de cuerpo pesado y alma noble; de sonrisa tierna y voz radiante, nos enseñó con música las bondades de la fe, del amor y de la lucha contra las injusticias y la intolerancia. La música popular, o la llamada “canción protesta”, en principio alimento de bohemios e idealistas, rompió, con Mercedes, todas las barreras y se extendió por el Continente. Tras padecer los rigores de la persecución y el destierro por la dictadura en su natal Argentina, vio resplandecer nuevas opciones de progreso y libertad, con multitudes que siguieron aclamando su grandeza. Mercedes Sosa, la inmortal, nos enseñó a pedir a Dios que la guerra, el dolor, lo injusto y el futuro, no nos sea indiferente. Como sobreviviente de la guerra regresó y cantó como la cigarra, al negrito, a Alfonsina, a los estudiantes, a los obreros, a la tierra, a Latinoamérica, a la paz, la libertad…; a todos, con todas las voces. Los seguidores de Mercedes no lo son únicamente de su música; en su mayoría lo son de sus ideales de vida, es decir, de las conquistas sociales, del trabajo, de la protección a los débiles, de la unidad, de las esperanzas y del poder del canto. “El canto de ustedes, que es mi propio canto”. “Si se calla el cantor, calla la vida/ “Porque la vida, la vida misma es todo un canto”. Con la muerte de Mercedes no calla la cantora, porque su canto seguirá viviendo y seguirá siendo luz que guía nobles ideales. La esperanza, la luz y la alegría siguen resplandecientes en sus canciones, por fortuna redescubiertas por nuevas generaciones y nuevas tendencias musicales, que retoman sus mensajes. Quienes albergamos en los recuerdos y emociones las canciones de Mercedes, encontramos en sus propias letras, la orientación necesaria para una nueva realidad sin su presencia, pero con ella: “Cambia lo superficial, cambia también lo profundo, cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo. Cambia el clima con los años, cambia el pastor su rebaño y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño”. Mercedes Sosa nació para no morir. Sólo ha cambiado de escenario y su voz seguirá retumbando en las mentes y los corazones de los pueblos que conquistó. Ella es hoy merecedora de la actitud que clamó para el cantor: “Que se levanten todas las banderas Cuando el cantor se plante con su grito Que mil guitarras desangren en la noche Una inmortal canción al infinito'. Un canto por siempre a Mercedes Sosa: la inmortal. *Trabajador Social y periodista, docente universitario, asesor en comunicaciones. germandanilo@hotmail.com
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()