Columna


Nos defraudaron

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA

07 de marzo de 2010 12:00 AM

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA

07 de marzo de 2010 12:00 AM

¡Qué paradoja! En los últimos acuerdos comerciales negociados por el país se cedió más de la cuenta en lo que somos defensivos, y no anotamos en lo que podemos ser ofensivos. Y parece que vamos para allá en las negociaciones del Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea (UE), en donde los resultados son malos para el sector ganadero. El equipo negociador hizo un trabajo malo. Defraudaron nuestra confianza en ellos y en ese Acuerdo. No hicieron valer la capacidad ofensiva del subsector cárnico, ni defendieron al subsector lácteo frente a la posición desmedida de la UE por asegurarse el mercado colombiano con subsidios a la exportación y ayudas internas a los productores. Los preocupaba obtener resultados en la contribución cafetera, mejor acceso para el banano y el mantenimiento del Plan Vallejo (drawback) y zonas francas, condenados por los europeos antes de la negociación, y utilizaron al sector lácteo como moneda de canje. Fracasaron porque trasgredieron el lineamiento del Alto Gobierno y el Consejo Superior de Comercio Exterior, desconociendo los intereses del sector privado, quien siempre acompañó la negociación. Entregaron el Sistema Andino de Franjas de Precios (SAFP) a cambio de una salvaguardia no automática, limitada, con la cual no se corrigen las distorsiones sino hasta cuando el daño esté hecho, y otorgaron un contingente tan generoso como el entregado a Estados Unidos. No hablaron del desmonte de las ayudas y subsidios a los productores en la UE. Su error fue tan garrafal que hasta el Presidente Uribe intervino para enmendarlo. Es genuina su preocupación. Se comprometió a comunicarse con el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso y otros jefes de Estado de la UE, para que reconsideren la negociación. Fedegán no cederá, porque lo que está en juego es demasiado importante: miles de pequeños productores que viven de las rentas precarias de la leche. No se entiende cómo el país se compromete a alcanzar las metas del milenio para reducir la pobreza y la inequidad, cuando desprotege al campo, donde hay que dar esa batalla. El pequeño campesino enfrenta todos los días la penuria de la pobreza rural y serán borrados del mapa cuando entren en vigor los TLC como este. Que la industria no se equivoque: a ella también le tocará el turno. ¿O acaso podrá sobrevivir cuando entre al país una gran variedad y cantidad de quesos -en contingentes crecientes e ilimitados -, para satisfacer los variados paladares? ¡Que se tengan, porque la competencia con subsidios a las exportaciones estará a la orden del día! ¿Qué hacer? Mucho trabajo. Independientemente de las buenas gestiones del presidente Uribe, Fedegán debe lograr una reconversión profunda del sector, que eleve la competitividad, lo cual implica tener el compromiso del Gobierno no sólo para proponer y aprobar los Conpes y leyes para desarrollar el sector, sino hacer cumplir el plan sanitario. No se puede continuar con los aplazamientos repetidos en la aplicación de los Decretos 1500 y 616, que nos permitirían tener unas condiciones sanitarias y de inocuidad en el consumo de carne y leche, como lo exigen los países desarrollados. No hay deuda que no se page ni plazo que no se cumpla y una vez firmados y en vigor los TLC, no habrá Santa Lucía que valga. *Presidente ejecutivo de FEDEGÁN jflafaurie@yahoo.com

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