Optimismo Patrio

Veo con mucho optimismo el futuro de nuestra patria. En el balance de Álvaro Uribe se destaca su trabajo arduo y honesto, logrando avances grandes para el país. Hoy es mucho más seguro, con un norte más claro, con más progreso e inversión, construyendo equidad y con mayor responsabilidad social. Un país con logros importantes en la educación, la modernización, la cohesión social, que abrió muchas oportunidades para familias de escasos recursos con microcréditos y el Banco de Oportunidades. Aunque hay mucho por hacer todavía, se avanzó bastante. Nuestras Fuerzas Militares también aumentaron la fe en nuestro país por su trabajo responsable, serio y de gran entrega, recuperando la seguridad, la confianza y generando un gran fervor patrio. Nuestro nuevo presidente, Juan Manuel Santos, pareciera que continuará las políticas acertadas y se esmerará por crear empleo. Los nombramientos generan esperanzas por los criterios más técnicos que políticos de personas especializadas. La locomotora de la prosperidad pareciera encendida para jalar un crecimiento con mayor hermandad, en el que se favorezcan las clases más necesitadas, apoyándolas y capacitándolas para que tengan mejores oportunidades de desarrollo. El Congreso está un poco más depurado. En nuestra ciudad, también se hacen esfuerzos loables por parte de nuestra alcaldesa, Judith Pinedo, y de su equipo de gobierno, con énfasis en desarrollar “una sola Cartagena” en la que todos sus habitantes disfruten de mejores condiciones de vida, fortaleciendo la educación, la salud, viviendas dignas, vías en todos los barrios, depuración administrativa, transparencia, modernización de sus sistemas y mejores oportunidades para todos. Me uno al regocijo nacional por su reconocimiento en la lucha contra la pobreza. Ojalá que los esfuerzos nacionales y locales por vencer al terrorismo, al narcotráfico, a la inseguridad, a la politiquería, a la miseria, logren éxitos grandes, porque así nuestra Patria ofrecerá un gran porvenir para sus hijos y será un faro mundial. De los aportes importantes del Presidente y las Fuerzas Militares, fue el de unir a los colombianos en la oración. Se presentaron con valentía como personas de fe, dando ejemplo de piedad públicamente y consagrándose personalmente al Corazón de Jesús. El nuevo Presidente y su esposa también dan testimonios de fe y del deseo de gobernar al país con las virtudes cardinales de la prudencia, fortaleza, templanza y justicia, pilares de los valores humanos. Hoy el evangelio nos habla de la oración que Jesucristo nos enseñó: el Padrenuestro. Aprendimos a rezarlo desde muy pequeños y lo repetimos de memoria. Rezarlo, tomando conciencia de lo que decimos, nos ayuda a comprender la gran bendición de tener un Dios que es un Padre amoroso, que nos invita a construir con Él el Reino, en el que prevalezca su voluntad, que es el bien y el amor, y que empieza en nuestro propio corazón. Ese Reino empezaría a perfilarse desde nuestra patria, si de veras nos regimos por las leyes divinas y nos tratamos como hermanos y, desde nuestra libertad, con honestidad e integridad, contribuimos con nuestros talentos, dinero, tiempo y esfuerzos, trabajando por el desarrollo, el progreso, la justicia y el bienestar de todos. *Economista, orientadora familiar y coach personal y empresarial. judithdepaniza@yahoo.com