Oye man, no le pegue a la negra

Oye man, no le pegue a la negra, a la negra se le respetan sus derechos. No viole su dignidad, sus derechos económicos, sociales y culturales, su derecho a una vida libre de discriminación racial, su derecho a una vida libre de violencias por ser mujer y negra. No le pegue a la negra, paga un salario justo, emplea, contribuye al aumento de su participación en el mundo sociolaboral en condiciones de equidad, de protección social y pensional. Ayuda a la disminución de su alta participación en las tasas de desempleo y subempleo porque, según el Observatorio de Derechos Sociales y Desarrollo (ODESDO) en su libro “Ciudad heterogénea, diversa y desigual”: “la mayoría de las mujeres que se vinculan al mercado laboral probablemente mejoran sus ingresos y su autonomía, pero ocupan, en general y particularmente las mujeres de los sectores populares, los empleos de menor valoración y remuneración. En la sociedad cartagenera estas desigualdades e inequidades determinadas por el género en el acceso laboral y estatus socio-ocupacional serán más acentuados en las mujeres afrocolombianas con respecto a las mujeres no afrocolombianas”. No le pegue a la negra, paga, remunera el trabajo familiar que ella hace, reconoce su trabajo como tal, favorece su ubicación en sectores de alta productividad y no solo en trabajos de menor valor y mayor precariedad como el servicio doméstico, aporta a su inserción en empleos estables, de gran responsabilidad y remuneración que para eso se ha matado estudiando en los últimos años. No le pegue, protege social y pensionablemente a la mujer negra, defiende su derecho al acceso y la atención integral en salud con calidad que no dependa de que ella o su familia tenga más o menos plata en los bolsillos, debajo del colchón o en una cuenta en el banco. No le pegue, protege a la negra porque para el mismo ODESDO y en la misma publicación donde se hace una aproximación socio-demográfica a la población afrocolombiana y al panorama social de Cartagena de Indias, “en la ciudad es preocupante en materia de salud y cobertura del sistema, la ubicación de una mayoría de la población activa (mayoritariamente y en particular mujeres afrocolombianas) en la informalidad, con un grado de desprotección social que se refleja en una reducción de la población en el régimen contributivo (supuestamente el régimen de mayores prestaciones) y un incremento del régimen subsidiado. Precariedad en el trabajo y precariedad en la atención en salud”. No la ponga como objeto sexual en los productos publicitarios y medios, evita utilizar su cuerpo para vender mercancías, no la trate nuevamente como mercadería. Oye man no repita y legitime formas de expresión, estereotipos y prácticas de discriminación contra la mujer negra y su cuerpo, evite que este sea blanco de refranes, chistes y dichos racistas y machistas. Oye man, no le pegue a la negra, a la negra se le respeta su derecho a la educación en términos de igualdad y equidad que, entre otras cosas, le permita el reconocimiento de los aportes a la historia y a la cultura colombiana realizados por las comunidades y mujeres negras, y así mismo saber qué pasó en los años mil seiscientos. *Lingüista, literato y comunicador para el desarrollo puntos_de_encuentrohotmail.com