Columna


Pardo, fuera de tono

EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ

20 de abril de 2010 12:00 AM

EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ

20 de abril de 2010 12:00 AM

Cuando el doctor Rafael Pardo aceptó la doble condición de ser el candidato liberal a la Presidencia de la República y jefe del Liberalismo, debió pensar que los intereses de su colectividad prevalecerían sobre los suyos en el momento de adoptar una definición política que pudiese comprometer, por su trascendencia, el futuro de su Partido. En el anterior sentido, habrá que examinar si la decisión del doctor Pardo, de rechazar alianzas con el candidato Juan Manuel Santos (como se desprende del reportaje con Yamid Amat en El Tiempo, 18/ 4/010)-, antes de la primera vuelta o durante la segunda-, responde a sus intereses como candidato presidencial, o a los del Partido Liberal, esto es, si pesó más en su determinación aquella motivación que la otra. Pienso que el doctor Pardo, al darle a la eventual alianza liberal con el candidato, doctor Santos, una connotación de carácter burocrático, ha querido deslegitimar el acercamiento de dos fuerzas políticas importantes, la que él representa y la que orienta el candidato del Partido de la U; actitud que corresponde más a la de un candidato en apuros que a la de un jefe del Partido obligado a apreciar con objetividad las corrientes de opinión que cruzan el cielo de la política, las cuales, pese a los deseos del candidato Pardo, no le son favorables para llegar a la Presidencia de la República. Esa catarsis no la ha hecho el doctor Pardo, quien cree, fantasiosa y presuntuosamente, que algún viento de cola hará ascender su candidatura al techo máximo de las encuestas; deseo que, sin embargo, no aparece reflejado en ninguno de los sondeos de opinión, como para avalar su rechazo a una alianza digna, respetable, sobre la manera de afrontar los grandes y acuciantes problemas que tiene nuestra nación. ¡Faltaría más que a los dirigentes liberales que pensamos en esa eventual alianza, nos hubieran motivado intereses mezquinos – como los que supone el doctor Pardo-; intereses que, por su naturaleza, le quitarían dignidad y grandeza a la coalición propuesta! ¿Acaso ha tenido en cuenta el doctor Pardo que si no se pacta la alianza sugerida, el Partido Liberal dejaría de ser opción de poder en los años venideros? ¿Habrá pensado en lo que significaría para la imagen del liberalismo, quedar relegado a un cuarto lugar, cuando durante cincuenta años fue el vocero de las mayorías nacionales? ¿Cómo no piensa en la reunificación liberal, doctor Pardo, como Director del Partido, y sobre la base cierta de que miles de liberales se afiliaron a otros movimientos políticos por los errores de orientación que se cometieron en el pasado, y de los cuales han dado cuenta los resultados electorales de la última década? Posdata. En el debate presidencial del domingo pasado, trasmitido por la televisión, el doctor Pardo hizo patente su animadversión personal hacia el doctor Santos, sentimiento que pudo influir en su determinación de no estar dispuesto a pactar la alianza comentada. Ante ese hecho, habrá que apreciar la responsabilidad histórica de quien no es solamente candidato sino director del Partido Liberal. ¡Hay errores que no prescriben en la memoria de los pueblos, doctor Pardo! *Ex congresista, ex ministro, ex embajador. edmundolopezg@hotmail.com

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