Columna


Parque Temático o nuevo proyecto fantasma

ALVARO QUINTANA SALCEDO

19 de marzo de 2013 12:00 AM

ÁLVARO E. QUINTANA SALCEDO

19 de marzo de 2013 12:00 AM

De niño siempre quise conocer Disney Word. Un mundo fascinante capaz de satisfacer el espíritu inquieto que todos tenemos en la infancia. Pero para esa época, me conformaba con las tardes de columpio en el parque Coral Gables, al frente de la Iglesia de Bocagrande. 
La gran idea del parque que se gestara en 1995 en Norteamérica, hoy se ha multiplicado como una de las modalidades de turismo con mayor auge: El turismo de parques temáticos.
Los parques temáticos se presentan  como una gran oportunidad para que las familias  puedan entretenerse y compartir momentos de esparcimiento.  Estos espacios administrados por firmas especializadas,  ofrecen atracciones mecánicas y dinámicas educativas que permiten aprender cosas nuevas  desde lo cultural, lo social y lo histórico, mientras disfrutas de la visita.
En Colombia, ya existen cerca de 400 parques temáticos. Los más reconocidos: Salitre Mágico, Mundo Aventura y Maloka en Bogotá, Parque Nacional del Café, Panaca Quindío, Explora en Medellín, entre otros.
Cartagena, una ciudad que aunque turística, cuenta con pocos parques. La Cartagena de parques olvidados y sin dolientes, sufre la desidia de las malas actuaciones administrativas. Rezagada queda la ciudad comparada con otras, pues en repetidas ocasiones la administración distrital ha anunciado la construcción de una megabiblioteca y parque temático para la ciudad, sobretodo en la zona del controvertido parque espíritu del manglar, pero todo queda en promesas.
La oportunidad de tener parque temático llega con la decisión del Consejo de Estado, en la que se ordena al Hilton restituir a Cartagena “un terreno con la misma extensión de la porción que le fue arrebatada al mar para que se construya un parque destinado al uso y recreación de toda la comunidad en un plazo improrrogable de tres años”.
Pero con esta sentencia llegan surgen grandes interrogantes referentes a la restitución, sin olvidar que para muchos ya causa molestia la sentencia en sí, al contener una aprobación implícita al Hotel para seguir usando el terreno en bajamar.
¿Cuál será el terreno más apropiado para dicho parque? ¿Qué temática se usará?
¿Será una realidad o terminará como la gran mayoría de megaproyectos fantasmas?
Las dudas nos asaltan, toda vez que la “Proyectitis” en Cartagena nos ha sumido en la desesperanza.
Sólo esperamos que el proyecto pueda involucrar a la mayor cantidad de ciudadanos y ciudadanas posibles, pues sin lugar a dudas el éxito del mismo encontrará sustento en: La fuerza de la participación ciudadana, la planeación consultiva de expertos y la apropiación de lo local. Esta triada  estratégica reduciría riesgos y garantizaría la gestión ambiental, económica, y contribuiría a mejorar condiciones laborales y sociales en esta ciudad turística de proyectos fantasmas.

Docente Programa Relaciones internacionales U. Tadeo Lozano seccional Caribe
Alvaroe.quintanas@utadeo.edu.co

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