Y dado que la patria según canta Borges “somos todos”, apropiándosela la Derecha la hace de pocos convirtiéndola en fundo privado y condenándonos, en especial a quienes sin nombre ni fortuna, incógnitos y anónimos, de pie en el suelo y cuello sin corbata vivimos de sus raíces, a renunciar a sus símbolos. Tan lejos llega en su delirante dominio que cuando uno sueña con la Patria no la encuentra ni en la tierra ni el cielo: la Derecha la tiene bajo llave en la caja fuerte de sus gulas imperiales y de ella saca cuanto fortalezca su permanencia en el poder, convencida de que ninguna otra tendencia ideológica tiene derecho a quererla y gobernar en su nombre. Si se viera en el espejo, la Derecha, dizque divina, sabría de veras que el Diablo es ella. La Derecha se adueñó de la Patria y cada día la imagina a su perfil, dibujándola con la vista dirigida hacia sí misma en auto culto desmedido. Y pretende obligarnos que a su imagen y semejanza sea también la nuestra que por inferiores nunca la tendremos. La Derecha, muro contra el progreso mas no lado obvio del poder, se mira convencida de que siempre estará ahí, cultivando su obcecada fuerza coercitiva. Tanto se auto quiere que las rotativas de sus medios la exhiben como Reina absoluta, sentada sobre el trono simbolizante del Estado, dominante ante el altar de las religiones haciendo la señal de la salvación que de las flaquezas humanas los dioses supuestamente le otorgan. La Derecha, esa señora regordeta de tanto engullir culturas y políticas y de robar terrenos y vientos, de tanta injusticia como su vientre guarda y expele, mantiene presas en su cerrado pensamiento las patrias del mundo, entre ellas la colombiana. Cárcel de paredes hechas por grandes titulares periodísticos bajo cuya tinta padecen las conciencias que educadas a la izquierda han hecho la poca democracia del mundo. A la vista de escribas gozosos del hedor que emiten los gases de sus eructos y pedos sacramentales, y del terror contenido en las imágenes militantes de sus televisiones y voces de sus radios, el mundo se informa sobre los saldos descomunales de sus cuentas, dogmas que sustentan el demoníaco poder de condena que ejercen sobre los que poco o nada tienen. Por eso ya no hay Patria sino en las arcas de los bancos, en el alma del capitalismo salvaje y en los dólares de su ideología. Ya no la hay sino en latifundios poseídos por terratenientes ávidos de más hectáreas que cercar, porque la tierra donde ella estaba nos ha sido arrebatada y ahora es más del semoviente que del humano. No, ya no la hay sino en las represiones del Estado manejado directa o indirectamente por sus esbirros, porque ella, la Patria, es del que manda y oprime y no del que piensa y se libera. Ya no la hay sino en los fusiles anti-latinoamericanos y pro-yanquis del Ejército, la Armada y FAC según convenios exigidos por el Norte imperialista. Ya no la hay porque la dictadura de la Derecha la ha encerrado y puesto tapujos en la boca para que solo diga las palabras que en letanías interminables de mando y prepotencia ella ordena. Estas frases me dan valor para recuperar la Patria, la de ustedes y mía, hoy en manos de políticos carceleros. Sólo quiero que nos sea devuelta para sembrarla de nuevo en la conciencia colectiva. *Abogado, catedrático, ex Representante, ex Senador, ex Gobernador, ex embajador ante la ONU. jangossa3@gmail.com
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()