Columna


Personajes del año

DARÍO MORÓN DÍAZ

19 de diciembre de 2009 12:00 AM

DARÍO MORÓN DÍAZ

19 de diciembre de 2009 12:00 AM

En Europa eligieron como personaje del año a Luis Inacio Lula Da Silva, quien en siete años de mandato llevó a su país a ocupar un lugar de privilegio en el mundo. Brasil, en razón a su estabilidad económica, progreso y manejo de la política exterior es considerado la octava potencia mundial, lo que evidentemente es el resultado de de la acertada conducción de este líder tranquilo, cerebral y tolerante. Pero es menester destacar que en la trayectoria vital del obrero metalúrgico y líder sindical su ascenso político no fue fácil. En los años noventa después de los primeros pasos exitosos en su carrera política se le cruzó un candidato mediático prefabricado de la centro derecha: Fernando Collor de Melo que aupado por los círculos económicos logró, mediante el uso del promesas populistas y maniobras sucias, derrotarlo. Durante su gobierno, Collor de Melo favoreció la corrupción, como es habitual en ese tipo de candidatos mercantilistas. En 1992, dos años después de haberse posesionado, fue destituido por el Congreso. Lula da Silva siguió en la actividad política hasta llegar a la presidencia en el 2003, y en siete años de su gobierno adelantó campañas sociales de envergadura: excelente manejo económico que lo posicionaron indudablemente como líder mundial y suramericano. En su presidencia, Brasil se ha ganado la confianza de los mercados financieros internacionales, que valoran la solvencia de su gestión, la capacidad creciente de atraer inversiones directas y el rigor con que ha gestionado las cuentas públicas. La de Brasil es una economía que crece a un ritmo del 5 por ciento anual y resistió los embates de la recesión mundial. Política económica exitosa, debido a que mantuvo el equilibrio fiscal y evitó el aumento de la inflación durante la crisis mundial originada por los excesos del capitalismo salvaje. La nominación a Lula da Silva es también un reconocimiento a la política exterior que fortaleció la inserción de Brasil en el escenario global. El presidente brasileño recibió también el homenaje del Instituto Chatham House de Asuntos Internacionales del Reino Unido, que le concedió un premio por su lucha contra la pobreza en su país. El gobernante brasileño logró reducirla ostensiblemente. Para Lula “es inaceptable un orden económico en el que pocos pueden comer cinco veces al día y muchos quedan sin saber si lograrán comer al menos una”. Y remató: “Si al final de mi mandato los brasileños pueden desayunar, almorzar y cenar cada día, entonces habré realizado la misión de mi vida". Por tales circunstancias, Lula da Silva tiene una popularidad del 84 por ciento en una encuesta realizada por una consultora independiente que en nada se parece a Datexco y similares de Colombia. De contera la gestión del mandatario brasileño fue calificada con un 72 por ciento. Lula sin embargo, declaró que no aspira a la reelección. COLETILLA. Debido a su insobornable defensa de la institucionalidad y por ende de la Constitución de 1991, en Colombia el personaje del año es la Corte Suprema de Justicia y su Presidente Augusto Ibáñez. NOTA: Esta columna aparecerá nuevamente en enero de 2010. *Médico Cardiólogo. Ex Director de El Universal. Académico de Número de la Academia Nacional de Medicina, de la de Cartagena y de la de Historia. MOROND@telecom.com.co

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