Columna


Piratas del siglo XXI

GIL ALBERTO FALCÓN PRASCA

20 de noviembre de 2009 12:00 AM

GIL ALBERTO FALCÓN PRASCA

20 de noviembre de 2009 12:00 AM

Nos debe llamar la atención a los demócratas, organizaciones sociales, intelectuales, medios de comunicación, defensores de DDHH y el DIH, minorías organizadas, la falta de gobernabilidad nacional, regional y local, precedida de intereses personales, de organizaciones, grupos económicos, políticos y unas 35 familias poderosas en el país, que impusieron la cultura de hacer de la administración pública el patrimonio de una elite de ultraderecha, lo que hace muy difícil “combatir la corrupción”. Los servidores públicos incurren en otros falsos positivos constitucionales, teniendo en cuenta que la Constitución establece: “Fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; defender la independencia nacional, asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo”. En las consignas de campaña, planes de desarrollo, eslóganes de las administraciones, aluden a la inversión social para el pueblo, que queda sin ejecutarse. Es decir la CN de 1991, es letra muerta. Llamamos como sociedad civil a los servidores públicos a cumplir su misión de servir a los intereses generales de la población, cambiar la cultura de administrar lo público como patrimonio de su círculo político; el cambio sigue secuestrado por intereses particulares; hay promesas de progreso de la ciudad y de Bolívar, pero no se ve ni se siente, solo anuncios y anuncios, preocupándonos de que paulatinamente la administración distrital y departamental, con las denuncias, se parece al gobierno de Uribe, de un escándalo a otro. Con las fuerzas de las ideas, es hora de sacarle tarjeta roja a los candidatos de las administraciones corruptas de los últimos 20 años, que han ostentado el poder, enriqueciendo a un selecto grupo de familias que hicieron del erario empresas politiqueras, instituyendo que inversionistas privados financien campañas con ofrecimientos de recursos presupuestales, cargos burocráticos, la coadministración pública, inclusive, la entrega de bienes de los entes territoriales y de la Nación. Creemos que los ciudadanos de bien estamos despertando, participando en el análisis crítico de la vida nacional, regional y local, iniciando el proceso de no tragar entero, evaluar objetivamente a los gobiernos, con criterios responsables, para que en marzo y mayo del 2010, no sigamos siendo cómplices de la corrupción que sacude el país, pero que no pasa nada. Een la urnas, empecemos a impulsar el voto de conciencia para derrotar la corrupción, compra de votos, parapolítica, robos de cuello blanco, y la cooptación de los líderes de las comunidades con la entrega de dinero. Apostar por un nuevo país, no votando por los cónyuges, hijos(as), hermanos(as), cuñados(as), de alcaldes, gobernadores, congresistas, concejales, diputados, investigados y judicializados por parapolítica, castigar el transfuguismo, que no se siga condecorando a los donantes de las campañas, nombrándoles sus familiares en los cargos donde defienden sus intereses particulares y la legislación favorable a sus capitales, los cuales de acuerdo a su inversión reciben dividendos económicos y políticos, es decir, somos víctimas de los que merecen el titulo de los piratas del Siglo XXI. *CUT BOLÍVAR cutbolivar@gmail.com

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