Columna


Promesas del 20 de Julio

SARA MARCELA BOZZI ANDERSON

20 de julio de 2010 12:00 AM

SARA MARCELA BOZZI ANDERSON

20 de julio de 2010 12:00 AM

Atrás quedaron los desfiles con sonsonete, rima y “bandas de guerra” con platillos, bombo y tambores, para honrar a la bandera tricolor en la fecha patria del 20 de Julio. Los más viejitos recordarán, quizá, el “fildei” (field day, o día de campo) en La Matuna, para conmemorar la efeméride. Hoy, de una manera más creativa, cinco mil estudiantes recrean las cuatro rutas de la independencia a través de sus comparsas. Hoy, los columnistas de este diario podremos pasar revista a las ejecutorias de la administración municipal, que compartió con nosotros una jornada intensiva para reflexionar sobre sus éxitos y las dificultades en la gestión gubernamental de la “Mariamulata”. Después de la reunión, una cosa me quedó clara: el equipo de gobierno conoce a su ciudad, se “mete en el barro” para sopesar personalmente las calamidades urbanas, y sobretodo, me pareció bien intencionada. La Alcaldesa, con una fluidez verbal asombrosa, reconoce públicamente aciertos y desatinos para que la ciudadanía piense y participe. Otra cosa me quedó clara: esta administración, en su estilo, es diferente a las anteriores. Y por eso, la gente se siente mejor. Y eso es importante para fomentar el civismo. El solo hecho de saber que tu gobernante “está ahí” para acompañarte cuando llega la avalancha, mejora el estado de ánimo de la población. Dudo mucho de que el manejo del mercado de Bazurto haya sido el más eficiente. Desconozco si el túnel de Crespo sea la solución vial adecuada para el progreso de la ciudad, y si se ha cumplido a cabalidad el Plan de Desarrollo para superar la pobreza extrema. Tampoco hemos logrado aún una cultura tributaria a la altura de la de Bogotá. Pero la rendición de cuentas día a día y el incremento de la confianza en la contratación pública, permite que se respiren nuevos vientos de libertad. Soy testigo de la transparencia con que se maneja la adjudicación de la pauta publicitaria oficial en la Alcaldía. Como representante de las universidades en la junta, doy fe de los criterios serios y responsables con los cuales se discuten las propuestas para adelantar las campañas de salud, de saneamiento ambiental, o de las Fiestas de la Independencia. Y cualquier persona que se dedique al teletrabajo desde su hogar, puede cerciorarse de que la agenda pública en la Alcaldía es verdaderamente “pública”. Pero más allá de la recuperación de la institucionalidad, y del fortalecimiento de la “Democracia Local”, lo que merece toda mi atención es mirar los logros en la Secretaría de Educación. La recuperación de viejos colegios, y la construcción de 23 planteles nuevos, constituyen la mejor promesa de cambio, en una ciudad en donde existen contrastes sociales tan agudos. Es emocionante constatar la ceremonia de graduación de 15.000 estudiantes del programa “Transformemos Educando”, en el Estadio 11 de Noviembre en Cartagena. O contemplar el grado de adultos mayores en la Plaza de la Aduana, portando la luz del conocimiento en un acto simbólico que nos permite soñar con nuevos vientos en la ciudad del mar. El material didáctico que sirve de soporte al concepto de “Educación pertinente y Flexible”, contribuye a facilitar la “construcción de una nación diversa y democrática”. Sólo me queda una pregunta capciosa que hacerle al secretario de Educación distrital: ¿Por qué si en la ciudad hay tan buenos educadores, lingüistas, filósofos, historiadores y comunicadores, se le adjudicó la edición de los módulos a una firma bogotana? *Directora Unicarta. saramarcelabozzi@hotmail.com

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