Columna


Razón sobre marrulla

RUDOLF HOMMES

13 de diciembre de 2009 12:00 AM

RUDOLF HOMMES

13 de diciembre de 2009 12:00 AM

Somos testigo de un enfrentamiento público entre el discípulo amado y ministro promesero de Transporte de Uribe, y el equipo técnico del Gobierno. El director de DNP, un joven profesional sin vínculos políticos o afectivos con el Presidente, se opuso a un plan descabellado de Mintransporte, apoyado por la Presidencia, varios gobernadores y el ministro de Minas, quien después de pasar la vida en la burocracia de una multinacional, descubrió que le apasiona el poder y lo ejerce a la par con el de Transporte, en forma arbitraria y frecuentemente perjudicial, pasándose a técnicos y jóvenes por la faja. Gallego y su combo creyeron que como Esteban Piedrahita no es de la “corte”, ni era conocido hasta que llegó al DNP, enfrentarse con él era pan comido. Pero les resultó con pantalones y espuelas. No las adquirió en cafetines o ferias ecuestres, ni la ejerce con desdén por sus semejantes o desatendiendo reglas e instituciones. Su educación es esmerada y sabe cuándo y dónde hay que trazar la raya, y cómo defenderla. Es entonces cuando vale y se luce la tecnocracia, y cuando se recupera la confianza en ella. Nos estábamos acostumbrando a que se hace lo que diga el Presidente, y sus adláteres lo aprovechan para mangonear y anteponer el capricho, atropello y beneficio político de corto plazo, al buen juicio y conveniencia de largo plazo. El mismo jefe de Planeación había sido víctima de tal proceder cuando al parecer lo obligaron a llevar y a respaldar en el CONPES proyectos de infraestructura que parecen sin justificación (a menos que haya criterios que la razón desconoce), como la llamada Autopista de las Américas, que describe un colega en El Espectador como “una extraña vía que saldría de La Guajira, donde no hay tráfico, e iría hasta Panamá, donde no hay paso”. Da tantas vueltas, que parece diseñada para pasar por las finquitas de los mismos pechugones apertrechados con recursos del AIS y son fanáticos reeleccionistas; o la que el mismo columnista describe como “la extraordinaria autopista de cuatro carriles por las remotas comarcas de Antioquia”, que probablemente pasaría también por finquitas de riquitos de otras provincias. La colaboración de Piedrahita se agotó cuando Mintransporte, sin estudios previos, pero con previa agresión a los técnicos en el Congreso de infraestructura, decidió echarle mano a las acciones de ECOPETROL y a los ahorros para pensiones de los trabajadores departamentales, para construir unas vías, algunas con apoyo de los gobernadores, que no han sido evaluadas debidamente. Para aspirar a financiación, ingresar al presupuesto y ser ejecutadas, tienen que someterse al análisis técnico del DNP, y contar con la aprobación de Minhacienda. Eso es lo que hay que defender y es donde falló Gallego por querer brincarse a los técnicos y al Ministro de Hacienda. Los obligó a derrotarlo con los procedimientos legales. Como las acciones tienen insospechadas consecuencias, este intento de atropello ha fortalecido la institucionalidad, le ha dado altura al equipo técnico de gobierno, y ha sido la alternativa del jefe del DNP, que ya es matador. También ha abierto la puerta para que se venda un 25 por ciento o todo ECOPETROL para financiar grandes proyectos necesarios. *Voy a dejar de escribir hasta mediados de enero. Les deseo felices fiestas y un mejor año a todos rhommesr@hotmail.com

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