Recuperar los ferrocarriles

Uno de los proyectos de mayor importancia para el futuro del sistema de transporte en Colombia, en el que deberían pensar no solamente el actual Gobierno sino quien sea elegido Presidente de la República, es el relativo a la recuperación de los ferrocarriles, cuyo funcionamiento fue estropeado de manera tan lamentable hace muchos años. Hasta donde sabemos, el Ministerio de Transporte ha manifestado su interés en el asunto, e inclusive ha pensado en iniciar un proceso licitatorio para establecer el Sistema Ferroviario Central, con el objeto específico, por ahora, de transportar carbón, si bien nada se opone a que ese objeto sea ampliado, mediante otras licitaciones, para recobrar la operación de los ferrocarriles en todo el territorio, quizá aprovechando las vías existentes, desde luego con los complementos y refacciones que los especialistas consideren indispensables. Se conoce que recientemente los empresarios del carbón, actualmente agrupados en una federación, se han dirigido al ministro del Transporte, Andrés Uriel Gallego, con el objeto de insistir en la necesidad de hacer viable el sistema ferroviario central. Ellos dicen estar convencidos de que, con la construcción del Ferrocarril del Carare, con algunas extensiones y ajustes y mediante la participación de inversionistas nacionales y extranjeros, se lograría producir, en esa cuenca carbonífera, más de treinta millones de toneladas del mineral a partir del año 2025. Afirman los empresarios que en los últimos años la producción del carbón ha ido en aumento, llegando a setenta millones de toneladas en 2009, pero advierten que si bien la producción seguirá en aumento en los próximos años, mientras no exista un corredor ferroviario que permita sacarlo desde el interior del país, no será competitivo en el mercado internacional. El Ejecutivo, que había manifestado su intención de impulsar e implementar jurídicamente el proyecto, ha guardado silencio en los últimos meses, tal vez por razón del proceso electoral en que nos encontramos, pero sería deseable que no abandonara la idea, que tiene trascendencia no solamente para el transporte del carbón desde la región centro oriental de Colombia hasta una terminal portuaria en el Caribe sino para pensar, con criterio más ambicioso, en hacer viable, como decimos, el sistema ferroviario central. Creemos que el Gobierno acierta en este sentido, y que su idea, complementada con los aportes de los empresarios que conocen la región y las posibilidades de expansión del futuro Ferrocarril del Carare, puede significar todo un hito en materia de transporte para atender las necesidades de muchos colombianos en la materia y a la vez impulsar el desarrollo económico, del país. * Ex magistrado de la Corte Constitucional.