Columna


Reflexiones para la próxima jornada electoral

RICARDO VÉLEZ PAREJA

10 de mayo de 2010 12:00 AM

RICARDO VÉLEZ PAREJA

10 de mayo de 2010 12:00 AM

La democracia colombiana se da el lujo de mostrar al mundo 9 candidatos a la presidencia para el período de 2010 al 2014. Todos –hay que decirlo sin ambages– con magníficas cualidades para asumir los destinos de esta complicada, pero bella, diversa y multicultural sociedad que constituye nuestra nacionalidad. Debemos votar a conciencia por el que consideremos el mejor y el que más se ajuste a las necesidades de seguridad, educación, empleo, salud, honestidad y sobre todo de cultura ciudadana que cohesione el tejido social en torno a nuestros valores supremos que garanticen la vida, la creatividad, las libertades, la honra, la paz y los bienes de todos los estratos sociales, especialmente privilegiando a los bajos y medios. Hay que votar por el candidato que tenga la capacidad de ser paciente y sereno ante tantas adversidades que sufrimos los habitantes de esta parte del mundo. Debe trabajar por la paz manteniendo la seguridad y libertad de todos los ciudadanos, siendo tolerante con los opositores que siempre van a existir mientras se mantenga la organización democrática del estado, estructurado sobre la base de la constitución de 1991. El ejemplo que deja el presidente Uribe de trabajar 18 horas del día, con la constancia, la intensidad, la tenacidad, la permanente aplicación de la seguridad democrática y el contacto directo con el pueblo en los Concejos Comunitarios, debe ser continuado por el próximo presidente que elijamos los colombianos. No se puede bajar la guardia con el tema de la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y las bandas emergentes de los paramilitares, hasta el nivel que todos esos grupos violentos ilegales sean los que clamen por un diálogo conducente, efectivo, sin despejes y con la condición que liberen a los secuestrados, que cesen el terrorismo, para que más adelante esos narcos revolucionarios ingresen a las filas de la oposición y se reinserten a la sociedad civil. Pero como lo dijo el presidente Kennedy, no preguntes que puede hacer la democracia por el pueblo, sino que puede hacer el pueblo por la democracia. Ésta se mantendrá en la medida en que todos y cada uno de nosotros nos llenemos de amor en vez de odio, de tolerancia con las ideas de los demás, de conciencia que nuestro interior, nuestra vida espiritual, nuestra educación, es esencial para fortalecer el maltrecho tejido social que tenemos y sobre todo, que cada uno de nosotros ayudemos a construir patria, dando de sí lo mejor que tenemos y practicando intensamente solidaridad y cultura ciudadana de trabajar para servir a los más necesitados de nuestra sociedad. Aprendamos a amar a todos como te amas a ti mismo. Cuando ayudemos hagámoslo con humildad, sin tener en cuenta el estrato social de la persona, ni si es sabio o ignorante. Hay que dar consuelo a las personas tristes o deprimidas, a muchos de ellos los liberarás de un posible suicidio que es otra de las formas violentas de acabar con la vida que se están dando entre los colombianos. Pidámosle a Dios que nos ilumine al momento de votar, así mismo que ilumine al que escojamos y resulte lo mejor para Colombia. Eso es lo que deseamos todos los colombianos. *Abogado y escritor rivelpa@yahoo.com

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