Recuerdo que algunas veces escuché a los adultos decir que los gringos se iban a meter a Colombia. Una que otra vez acusaron a algún Presidente de permisivo y aseguraron que éste sí los dejaría meter y les entregaría el país. La entrada de los gringos fue un temor que tuve desde niña, pero nunca lo comprendí del todo. Un terror que, mientras fui creciendo, supe finalmente de qué se trataba. Más de un país latinoamericano se ha arrodillado frente a las políticas del gobierno de Estados Unidos por encima de los intereses de sus propios habitantes. Una deuda con números incontables nunca permitirá que una foto entre cualquier Presidente de Estados Unidos, por malo que sea, al lado de cualquier Presidente de un país latinoamericano, por bueno que sea, se vea como una fotografía entre iguales. Cuando Bill Clinton llegó a Cartagena, sembraron palmeras justo por las calles que pasaría el visitante. Se arregló una fachada hipócrita que causaba vergüenza, sobre todo cuando al cabo de un tiempo las palmeras se murieron secas e infelices. Ahora, por fin, después de tanto tiempo, mi pesadilla se hace cierta. Los gringos se están metiendo. El Presidente Uribe firmó un acuerdo con Estados Unidos que dice llamarse de Cooperación y asistencia técnica en defensa y seguridad. Bonito nombre. Palabras más, palabras menos, los gringos se metieron. Según se dice, Estados Unidos podrá tener acceso y uso “sin cobro de alquiler ni costos parecidos” a las instalaciones de la Base Aérea Palanquero, la Base Aérea de Malambo, el Fuerte Militar de Tolemaida, el Fuerte Militar Larandia, en Florencia, la Base Aérea de Apíay, la Base Naval ARC Bolívar en Cartagena; y la Base Naval ARC Málaga, en Bahía Málaga. El acuerdo tendrá una vigencia de 10 años y será prorrogable por periodos adicionales de 10 años. El tema no tuvo mayor discusión, el Presidente firmó y se anunció que el contenido del acuerdo se conocería posteriormente. Soy una simple columnista que recuerda ese miedo histórico a que los gringos se metieran. Lo anunciado ocurrió. Lo más extraño es que le he preguntado a la gente por los lugares que recorro ¿Sabe usted de qué se trata el acuerdo entre Estados Unidos y Colombia que permite el uso de las bases militares? Nadie lo sabe. Supongo que lo sabe Uribe y su Ministro de Defensa, no creo que firmara algo con los ojos cerrados. Pero ¿el resto del país? ¿Lo sabe usted? ¿Lo saben las víctimas de esta guerra? Al parecer el Consejo de Estado se pronunció, pero este concepto, aunque no es de obligatoriedad para el Gobierno, también es desconocido para el ciudadano promedio. No quiero dudar de la decisión inteligente de nuestro Presidente. Después de todo, firmó él y no el Vicepresidente Santos. Pero por buena que sea esta decisión –si acaso lo fuera- es una que los colombianos y colombianas, por lo menos, tenemos derecho a conocer en su detalle…; aunque sea por puro acto de cortesía. *Psicóloga claudiaayola@hotmail.com
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