Sistema de mercados y espacio público

En los últimos meses la Alcaldesa concretó una apuesta trascendental: construir un sistema de mercados públicos para la ciudad que traiga profundas transformaciones urbanísticas, económicas y sociales. Casi a contracorriente de la opinión, la Administración propuso la revitalización de Bazurto como Centro Minorista ordenado, limpio, con espacios amplios sin ocupaciones indebidas y fuente de oportunidades de intercambio económico, como muchos que existen en metrópolis como Barcelona y Guayaquil, dos casos muy citados en Cartagena. La cuota inicial de esta transformación son $10 mil millones que se irán a infraestructura de movilidad, rediseño de espacios públicos, reubicación transitoria y acompañamiento social a población impactada. Como complemento, la mandataria hizo expresa su voluntad para que la proyectada Plaza Mayor del Bicentenario sea liderada por sectores privados bajo la condición de la participación equitativa y democrática de 1.500 vendedores estacionarios de la ciudad, que se vincularían como socios; para ello prevé la adquisición, con recursos que hoy se entregan a los estacionarios para su formalización, de 18 hectáreas que pertenecen a Corvivienda en la zona donde se edificará la nueva central de abastecimiento. Esta propuesta, formulada por los comerciantes informales, permitirá que en vez de entregar dinero a quien abandone el espacio público, estos tengan acceso, con el mismo recurso, a locales comerciales en el futuro Centro de Acopio, cuyo valor se estima en $20 millones por local. Esta posibilidad la entendió Pinedo como un mecanismo que actualiza el objetivo del Plan de Desarrollo relacionado con la superación efectiva de la pobreza y la promoción de procesos económicos incluyentes. Esto quedó patente con la presentación al Concejo de las iniciativas respectivas que cuentan –al parecer- con la simpatía de un gran número de ediles. Sin embargo existen impases que es preciso conjurar desde ya para que estos proyectos deseables no se conviertan en quimeras. Pinedo debería blindar estas iniciativas para que sus directrices se ejecuten con fidelidad y eficiencia. Es aconsejable centralizar en personas distintas la revitalización de Bazurto y Plaza Mayor a guisa de gerencias, pues aunque conectados, tienen aristas disimiles que ameritan un manejo diferencial. El reconocimiento y respeto por el otro, aún el más humilde de los comerciantes formales o informales impactados por los proyectos, es la clave de la concertación indispensable para el éxito de estas empresas. Hay que afinar las medidas de acompañamiento social iniciadas a un costo de $1.000 millones, puesto que quedaron al descubierto graves falencias el pasado 14 de diciembre, cuando más de 1.000 comerciantes de Bazurto comparecieron a una asamblea presidida por la Alcaldesa y no alcanzaron las graderías para tanto público. Tenemos como muestra lo ocurrido en el centro de la ciudad con acompañamiento social casi nulo, donde según la Contraloría Distrital, se han invertido ineficientemente más de $10 mil millones sin que se hubiesen completado soluciones. Allí están desocupados los edificios Decor y Cine La Matuna, adquiridos por más de 3.600 millones, sin que ser habilitados para relocalizaciones. Es preciso entonces corregir sobre lo experimentado. Cuando se quiere se puede. danilocontreras9@hotmail.com