Sobre la opinión política

Vale la pena plantear algunas inquietudes sobre la intención de voto de los ciudadanos que participarían en las elecciones presidenciales de mayo. ¿Qué índices de opinión política debemos tener en cuenta para medir esa intención de voto? Para algunos, deben tenerse en cuenta los resultados de las votaciones para congresistas, obtenidos por los partidos políticos el pasado 14 de marzo; para otros, deben preferirse aquellos porcentajes de las encuestas realizadas después de dicha fecha, en relación con la intención de voto expresada por quienes concurrirían a las elecciones presidenciales. Si nos atuviéramos al primero de los referentes enunciados, las opciones de los candidatos presidenciales serían directamente proporcionales a los votos obtenidos por los respectivos partidos a que pertenecen, y dentro de este ejercicio, habría que adjudicar al candidato del Partido de la U el primer puesto; al candidato del Partido conservador el segundo lugar; el tercero, al candidato del Partido Liberal; el cuarto, al candidato de Cambio Radical; el quinto, al candidato del Polo (PDA); el sexto, al candidato del Partido Verde; el séptimo, al candidato del Partido Compromiso Ciudadano. Confrontados esos resultados con los de las encuestas realizadas después del 14 de marzo, ese orden sólo se mantiene en relación con dos partidos, de la U y el Conservador Colombiano, en cabeza de los candidatos Juan Manuel Santos y Noemí Sanín. El tercer lugar, que correspondería al candidato del PLC, doctor Pardo, lo ocupa Antanas Mockus, cuyo Partido, el Verde, había sido el séptimo en las elecciones parlamentarias; el cuarto lugar lo mantiene el candidato de CR, Germán Vargas; el quinto lugar lo ocupa el candidato del PDA, Gustavo Petro, partido que había sido el sexto en las mismas elecciones; el puesto sexto -en dicha encuesta- al candidato de Compromiso Ciudadano, Sergio Fajardo, partido que había ocupado el noveno lugar en la votación parlamentaria, y al séptimo lugar se desplaza él candidato del PLC, Rafael Pardo, cuyo partido, sin embargo, ocupó el tercer lugar en las elecciones del 14 de marzo. En los dos escenarios, el de las elecciones y el de las encuestas, creemos que los índices de opinión política mayormente confiables son los de las encuestas. Parto de una visión moral de interpretación, pues mientras los resultados de las elecciones pueden ser producto de la compraventa de votos –en un gran porcentaje se dio esa situación el pasado 14 de marzo-, los de las encuestas no han sido, ni serán, producto de ese comercio. Además, en las encuestas no se puede cometer fraude electrónico, trasteo de votos, ni sustitución de electores, etc. Dentro de esa perspectiva, los resultados de las elecciones presidenciales corresponderán más a la opinión política de las encuestas que a los de la “opinión” de las elecciones parlamentarias, pues ésta tiene peso determinante solo en el sistema de gobierno parlamentario, que no es el caso de Colombia. Los candidatos presidenciales –todos dignos de ejercer la primera magistratura-, son los llamados a conquistar esa opinión política: la que no se compra ni se vende. ¡Qué reto formidable! *Ex congresista, ex ministro, ex embajador. edmundolopezg@hotmail.com