Songo le dio a borondongo

En los años cincuenta estuvo de moda la canción Burundanga, interpretada por Celia Cruz. Las primeras líneas decían: “songo le dio a borondongo, borondongo le dio a Bernabé, Bernabé le pegó a muchilanga” y etc. La retahíla se convirtió en sinónimo de una situación en la cual todos tienen la culpa y a la vez todos se incriminan La Salud se ha convertido en un enredo igual al de esta canción. Hace unos meses, Acemi, la entidad que agrupa a las EPS, dijo que nueve de estas empresas se quebrarían debido a que el Fondo de Solidaridad y Garantía (Fosyga), tras de que les debe 900.000 millones, no les reconoce 500.000 por supuestas irregularidades en las cuentas. El Ministro de Protección ignoró los augurios de Acemi y banalizó el asunto. El 19 de noviembre, el Presidente desautorizó al ministro y manifestó que declararía la emergencia social para el salvamento financiero de la Salud. Tras esto se desató un “Songo le dio a Borondongo” que demuestra el caos del sistema. El viceministro de Protección, Carlos Rodríguez, dice que no entiende por qué las EPS dicen que no les pagan, si el FOSYGA les ha girado este año 10,2 billones de pesos. Las EPS insisten en que les quieren “conejear” 500.000 millones de pesos. El ministerio de Protección replicó que muchos recobros están sobrefacturados y propuso una conciliación con el acompañamiento del Contralor General. El Ministro de Hacienda dice que los pagos de servicios que no están en el POS (léase tutelas) están ahogando el sistema. Como a las EPS no les pagan, ellas tampoco les pagan a los hospitales a los cuales, según la entidad que las agremia, ACHC, les deben 1,8 billones, de estos, según la revista Portafolio, las EPS privadas adeudan 757.000 millones y el sector estatal 950.000 millones. Esta deuda es mayor, ya que ACHC representa sólo a una cuarta parte de las camas hospitalarias del país. Como consecuencia de estos fenómenos algunos hospitales no les pagan a los médicos y esto repercute en la calidad de los servicios a los enfermos. El 26 de diciembre, el Gobierno nacional anunció que le girará directamente a los hospitales 53.245 millones para aliviar la crisis, algo que huele a paños de agua tibia, como también lo son algunas medidas anunciadas como la de que los pacientes que ganen una tutela para recibir tratamientos que no estén el POS, deberán aportar parte del valor que esto conlleve si se comprueba que tienen capacidad de pago, y la de aumentar los impuestos de la cerveza y a los juegos de azar con la vana ilusión de que con estos recursos los departamentos y municipios cancelen los 800.000 millones de pesos de los requerimientos no POS del régimen subsidiado de salud. En medio de esta barahúnda de acusaciones mutuas y de medidas que huelen a palos de ciego, y que sólo revelan las irregularidades enormes de un sistema en el cual el usuario es la víctima por la mala atención que recibe, la gente desesperada se pregunta: ¿por qué el Gobierno no reforma a fondo la salud, si ésta se ha convertido en un sainete de Songo le dio a Borondongo en detrimento de los enfermos, de los médicos y de los hospitales y en beneficio de muchos avivatos? El presidente Uribe, quien fue el ponente de la ley 100 cuando era senador, tiene la respuesta. *Directivo universitario. Miembro de la Academia de la Historia de Cartagena. menrodster@gmail.com