Columna


Sonreír

AUGUSTO BELTRÁN PAREJA

26 de septiembre de 2009 12:00 AM

AUGUSTO BELTRÁN PAREJA

26 de septiembre de 2009 12:00 AM

Parece un gesto simple ese hermoso reír sin emitir sonidos. Pelar el diente, dicen las señoras con gracia, implica alegría, satisfacción. Debe ser la expresión de una placidez interior, y no un simple gesto del rostro humano. El mal humor suele ser la evidencia de un amor propio incontrolado, de la victoria de las contrariedades que no hemos podido asumir, de un temperamento que todo lo toma a malo, que no sabe dominarse o que carece de convicciones profundas. Con una sonrisa y la alegría se configura una presencia. Según los viejos mundólogos cartageneros una hembra con cara dura tiene cadera floja. Ahora que tanto se proclama la paz y la concordia tenemos que recuperar de nuestras vivencias sociales el gusto por la risa, referida a las relaciones humanas. La risa es la hija predilecta de la alegría y está muy lejos del rencor, o del rechazo violento. Es remedio infalible según una vieja revista de lo superficial, que se llamó Selecciones. Bergson ingenioso, estructura un formidable ensayo sobre la risa. Considera que la risa humaniza, hace al hombre más hombre. La diferencia fundamental con los animales es el sentido del humor. La sabrosa carcajada puede estar próxima a la animalidad, pero la sonrisa es símbolo de equilibrio. Un ser risueño es menos autoritario, fanático, y mucho más tolerante. La risa como expresión sacramental del buen humor, forma parte de la sabiduría y llena de sentido los quehaceres humanos. No sabemos de dónde salió la idea de Dios como un anciano irascible y severo. Cuando no puede ser triste, ni mira complacido a los representantes de la tristeza. A Dios nadie lo ha visto, pero su sonrisa ha alegrado nuestros corazones. ¿Cuándo entenderemos que la sonrisa es una de las mejores obras de caridad? Caridad con los demás y consigo mismo. ¿Por qué no nos convencemos que es un principio de salud, y felicidad? ¿Por qué los hombres buscan con tanto afán la magia de una sonrisa? ¿Qué tiene para transformar tantas vidas? ¿Qué expresa? La sonrisa expone un trozo de felicidad, pregona paz interior, aflora al exterior todo el caudal de alegría que se atesora dentro. Convierte en luz labios amables que saben decir una palabra cariñosa. Es acompañante de una mirada tierna, acogedora de la vida que da color a un rostro cercano. Unos labios iluminados por una sonrisa jamás pueden hacer daño. A veces sobran las palabras, se hacen inútiles los gestos, han perdido su sentido las caricias. Pero siempre queda la prodigiosa efectividad de una sonrisa. Se puede ofrecer a distancia, a través del espacio y en cualquier tiempo. Algunos piensan que más importante que una sonrisa son el triunfo, la apariencia, la actitud diplomática, o la autoridad indiscutible. Convendría que descubrieran que la magia de una sonrisa es más fuerte que el enemigo y más delicada que la mejor ofrenda. Nadie es suficientemente rico como para no necesitarla. Nadie es tan pobre que no pueda darla. Es más, “quien está más necesitado de una sonrisa es aquel que no puede darla a los demás”. Una cierta sonrisa fue destacada por la Sagan con malicia exquisita. Lara filósofo de la incoherencia, poeta de altura y sentidor por excelencia le pidió a la amada: “Dame la sonrisa que dibuja la esperanza”. *Abogado, Ex Gobernador de Bolívar y Ex parlamentario. augustobeltran@yahoo.com

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