Nacido en 1963 en Knoxville (Tennessee), hijo de madre soltera, con escasos recursos, quien a los dos años lo trasladó a South Bay, al sur de Los Ángeles, donde vivió una infancia en un barrio de clase media lleno de blancos y negros, de vicios, de robos, de asesinatos y de culturas encontradas, con las contradicciones raciales de la época en que Martín Luther King hablaba de los sueños afrodescendientes de una sociedad de convivencia pacífica entre negros y blancos. Fue cinéfilo desde niño, aficionado a las películas de artes marciales y del Kung fu. Todo su entorno, sus diversiones, el jolgorio del licor y la droga, la presencia de crímenes sangrientos, hizo que abandonara sus estudios a los 17 años y se dedicara a ver cine antiguo o clásico, así, decidió ser actor, aprendió la técnica hasta convertirse en profesor de interpretación a los 22 años. Quentin Tarantino decidió escribir guiones y uno de ellos, “Reservoir Dogs” en 1991, fue acogido por el productor Lawrence Bender y con bajo presupuesto hicieron su primera película denominada en español “Tarde de perros”, la historia de un sangriento atraco a mano armada – en el cual también actúa – que le dio fama inmediata después del premio del Festival de Cine de Sundance y de ser éxito comercial en USA y el mundo. Desde ese momento sus guiones comenzaron a ser codiciados por los directores de cine como Oliver Stone y otros. Después vino “Pulp Fictión” con John Travolta y Uma Thurman, que incrementó su fama mundial. Otro famoso film de él es “Jackie Brown”. Jugar con los primeros planos y los pies desnudos de mujeres han sido parte de sus obsesiones cinematográficas, siempre signadas por desgarradas escenas de violencia y sangre. Su último film “Inglorious Bastards” (“Bastardos sin Gloria”) es una gran producción de apariencia bélica, pero en el fondo se trata de una historia sobre la ocupación Nazi en Francia pero a un nivel de drama concentrado en la maldad criminal y sangrienta de un grupo rebelde de judíos comandados por Aldo Raine (Brad Pitt) que persiguen y cazan a los nazis y la de un oficial de la SS. Hans Landa – interpretado magistralmente por Christoph Waltz – quien persigue a los judíos a donde quiera que vayan con un visceral odio a los judíos a quienes acribilla sin ningún estupor. La película está bien realizada, mantiene la tensión de los cinéfilos porque no se sabe a través de los diferentes capítulos en que está dividida la historia, cual bando es mas sangriento y si se van a cumplir los objetivos de los rebeldes judíos de vengarse de las persecuciones de los nazis y para ello logran concentrar a la cúpula del Nazismo incluyendo a Goebbels y al propio Hitler (muy mal interpretado por cierto) en una sala de cine para, en connivencia con una actriz que aparenta ser alemana nazi, se une a los rebeldes judíos para incendiar el teatro con todo ese selecto público dentro y al final resulta con una bastarda traición mayor del protagonista alemán que no cuento para no dañarles el final de esta estupenda cinta que no necesitaba dividir la historia en capítulos, porque finalmente se hilan todos los cabos sueltos de una manera magistral. *Abogado y escritor rivelpa@yahoo.com
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