Columna


Un día después

LIDIA CORCIONE CRESCINI

23 de marzo de 2010 12:00 AM

LIDIA CORCIONE CRESCINI

23 de marzo de 2010 12:00 AM

No es que tenga la impresión de que estas cosas sucedan frecuentemente en nuestro país, simplemente ocurren. Parece que estuviéramos acostumbrados a los hechos que generan polémica para que los medios de comunicación aborden noticias que cubren todos los titulares dejándonos con el sinsabor de la farsa de la que estamos hastiados. Las elecciones del pasado 14 de marzo para Cámara y Senado nos mantuvieron expectantes en la lucha del no “bote su voto”, “no venda su voto, vote a conciencia” a pesar de la campaña existieron denuncias claras de que ese movimiento existió a la luz de todas las miradas. Nos toca reafirmar que la conciencia de nuestro país es frágil, débil y asequible a los mejores postores. Participamos en un juego macabro donde seguimos siendo las fichas de muchos que nos gobiernan a su antojo. “Cada quién se merece el gobierno que escoge”, frase terrible porque la masa vulnerable es mayor que aquellos que estamos conscientes de la realidad que nos acecha y a pesar de hablar de “democracia”, impera la demagogia. Un día después aparecen los inconvenientes viscerales que mantuvieron en vilo a la población: ¿Quién sería el digno representante del partido conservador? Aparece el Registrador como un niño que ha sido reprendido por sus padres, diciéndonos a todos los colombianos que el Gobierno de Uribe tiene la culpa y que lo está atacando porque no se dio la aprobación para la reelección, es que Pilato supo lavarse las manos de manera elegante y tranquila. Este es un país de tirarse la pelotita unos a otros y es por eso que las leyes, las sentencias, las decisiones replican de un lado a otro y el “Sistema” se empapela hasta los tuétanos, a pesar de existir tipificación de actos contrarios a la ley el vacío de las mismas permite que los grandes delincuentes se paseen por las calles quedando libres de toda culpa porque los términos se vencieron. Las Ramas del Poder Público deberían actuar y proceder trenzadas, sin embargo en estos poderes parece que el país se fracciona ya que cada cual se asienta en lo suyo sin tener en cuenta la viabilidad necesaria, aplicable a las situaciones que se presentan. Cada cual quiere tirar por su lado y es por eso que nuestro país es como el sombrero de copas de un mago: cada día nos sorprende con algo diferente. De lo mismo puedo decirles que todos los días abrí la página de la Registraduría para mirar si había sido nombrada jurado en una mesa de votación y hasta el día sábado 13 de marzo me apareció: “usted aún no ha sido designada a ninguna mesa, esté pendiente…;”, mi sorpresa mayor fue que en mi lugar de trabajo el día 16 de marzo nos llega la comunicación a nueve docentes del sitio y mesa donde debíamos servir de jurado. Me dije ¡que desorden, ahí estamos pintados!, espero que eso no nos ocasione el problema de la tramitología para demostrar a dicha Entidad que jamás aparecieron nuestros nombres y la citación llegó después. Mi invitación sigue en pie aunque suene a cantaleta los invito a votar limpiamente para la “Presidencia”, este voto es necesario y contundente, serán cuatro años en los que queremos ver resultados de equilibrio social, oportunidad de educación, empleo, salud y mejoras. Piense bien quién nos puede proporcionar estas dádivas. ¡No al abstencionismo! ¡Votemos! *Abogada, escritora y docente en Filosofía CBC. licorcione@gmail.com

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