Un gran triunfo

Por encima de los pronósticos de las encuestas, el candidato Juan Manuel Santos ganó las elecciones del domingo pasado por un margen amplio; victoria que celebramos por lo que significa para nuestro país, dentro del propósito anunciado por el candidato triunfador de hacer un gobierno de unidad nacional. Ya habíamos destacado, en comentarios anteriores, que esa propuesta del doctor Santos era la más sensata, en cuanto implicaba un gran acuerdo sobre lo fundamental de las fuerzas políticas y sociales, y como instrumento para trabajar solidariamente en procura de soluciones a los graves problemas que aquejan a nuestra sociedad. En su buen discurso de celebración de los resultados electorales, el doctor Santos tendió la mano a los otros candidatos para que participaran en el gobierno de unidad nacional por él diseñado, y prometió, incluso, incorporar a ese modelo de gobierno, lo mejor de los programas expuestos por cada uno ellos a lo largo de la campaña. Es un asunto que debe tener una lectura positiva, y no verla simplemente como la búsqueda de una alianza electoral para obtener el triunfo el próximo 20 de junio. En esta misma semana, las distintas fuerzas políticas le responderán al doctor Santos. No dudamos de que la repuesta de sus jerarquías será producto de un análisis ponderado, por encima de intereses de bandería. Deploramos que la actitud del Partido Liberal, en la primera vuelta presidencial, no se hubiera enmarcado dentro de la realidad política que muchos advertimos, y que, en lugar de pactar un acuerdo programático con el Partido de la U, hubiera preferido exponerse a una nueva derrota. Lejos de actuar con sindéresis política, el jefe y candidato del Partido asumió una actitud contraria a los intereses de la colectividad, pues éstos se habrían preservado si la Dirección Nacional Liberal hubiera ofrecido su concurso al candidato del Partido de la U para convertir al PLC, de esa manera, en protagonista de la victoria del doctor Santos y en actor importante del gobierno de unidad nacional por el propuesto. Hoy, con el penoso resultado electoral del candidato y jefe del Partido, doctor Pardo, las acciones del Liberalismo están por el suelo, y solamente la sensatez de sus parlamentarios podrá darle un aire de supervivencia política. Habrá tiempo de iniciar, como es imperativo, un juicio de responsabilidades en el Partido Liberal, y para dichos efectos, más temprano que tarde, debe convocarse un congreso extraordinario, pues lo peor sería cubrir con un manto de impunidad política a los verdaderos causantes del desastre electoral. Pero retomemos nuestro comentario: el triunfo del doctor Santos el 30 de mayo reflejó el amplio sentimiento de apoyo al presidente Uribe por parte de las mayorías nacionales. De esto habrá tomado nota la comunidad internacional y especialmente el pueblo venezolano, cuyo presidente asumió una actitud injerencista intolerable, pero que por fortuna no tuvo los efectos desestabilizadores que él esperaba. En forma contraria, sirvió para que el pueblo colombiano expresara sus sentimientos de soberanía; sentimientos que se afianzarán el 20 de junio, eligiendo al doctor Santos como nuevo Presidente de Colombia. *Ex congresista, ex ministro, ex embajador. edmundolopezg@hotmail.com