Columna


Un tiro en el pie

AURELIO MARTÍNEZ CANABAL

18 de noviembre de 2009 12:00 AM

AURELIO MARTÍNEZ CANABAL

18 de noviembre de 2009 12:00 AM

Miguel Ángel Bastenier es, sin lugar a dudas, uno de los más calificados y prestigiosos columnistas de la prensa española. Habitual colaborador de “El País” de Madrid, sus análisis políticos confirman tanto su versación sobre los temas que examina, como su condición de atildado escritor. En la edición del 11 de los corrientes del citado diario de la capital española, publicó un estupendo artículo, bajo el rótulo de “La guerra de Hugo”. En medio de tantos comentarios periodísticos que se han publicado, después de conocida la convocatoria que el Teniente Coronel Chávez le hiciera, a través de “Aló Presidente”, a los cuerpos armados, sectores laborales y estudiantiles y, en general, a la ciudadanía de su país, para encarar una confrontación bélica con Colombia, el análisis que hizo el columnista Bastenier se ajusta a un innegable criterio de objetividad, fruto del conocimiento de la escena binacional y de sus protagonistas. Quizás la más afortunada apreciación que encontré en el comentario de marras fue esta: “Chávez ha roto el equilibrio inamistoso y con sus apelaciones a la guerra contra Colombia la coloca en la posición de potencia agredida, al tiempo que le pega un tiro en el pie a sus propios designios.” La “reculada” del jefe del gobierno bolivariano le ha dado la razón a Bastenier. Le “salió el tiro por la culata”, diríamos en coloquial expresión colombiana. El rechazo rotundo de la opinión pública venezolana, de acuerdo con los sondeos que han realizado acreditadas firmas encuestadoras de ese país, y el generalizado repudio que mereció la bravuconada del líder del “socialismo del siglo XXI”, comprueban la dimensión de la gigantesca salida en falso. Y confirman lo que quienes conocen a fondo la actual coyuntura política, social y económica del país vecino afirman: ha sido una nueva cortina de humo, para tratar de distraer la atención de la angustiada ciudadanía. Siendo muchas las lecciones que arroja este episodio farandulesco, me detengo en un par de ellas. Inicialmente, y creo interpretar un sentimiento común de las gentes de nuestro país, hay lugar para un reconocimiento expreso del tino con que el presidente Uribe Vélez y el Canciller Bermúdez han manejado este asunto embarazoso. Sin dejarse tentar por una eventual respuesta de similar tono al empleado por Chávez, la situación crítica se ha llevado a los escenarios diplomáticos competentes, la OEA y Naciones Unidas. Quedó claro que, en adelante, no se podrá bajar la guardia en las estrategias de defensa de la soberanía nacional. *Abogado Consultor en Minas e Hidrocarburos marcan2@etb.net.co

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