Uribismo financiero

Había que ver la expresión del banquero Luís Carlos Sarmiento Angulo cuando anunció al país y a los pobres colombianos que él estaba de acuerdo con el tercer período de Uribe Vélez. Lo supe desde los auriculares de mi iPod, mientras pagaba 1.600 pesos en un cajero de “mi” banco por hacer el retiro de una cuenta de la misma identidad. Así que, hasta cuando dan malas noticias, los “cacaos” del sistema financiero están ganando plata. Cualquier colombiano que haya mirado las imágenes del “banquero más importante del país” puede saber que su aspecto tiene un aire a pirata posmoderno, vestido probablemente de Armani o Hugo Boss. Si me equivoco en las marcas, no importa. Uno no se imagina al banquero vistiéndose con las dignas y módicas prendas de Arthur Street. Y es ese aspecto severo y ese ojo de águila para los negocios lo que me hace pensar en el Ciudadano Kane, el memorable personaje de Orson Welles. Sarmiento Angulo encarna, más que Julio Mario Santodomingo -siempre ausente en el reino de los inmortales que viven en Nueva Yok, Londres o la Riviera Francesa-, la imagen del potentado a quien la inmensidad de su fortuna le basta para ser consejero de cualquier gobierno. Magnates como Sarmiento son consejeros privilegiados porque quienes gobiernan no estarían donde están sin la mano generosa de ellos. Les basta levantar el dedo o decir una palabra para que se les obedezca. Y la verdad es que a Sarmiento le obedecen más que al Ministro de Hacienda, otro peón de potentados que pretenden diseñar el rumbo de nuestra endeble democracia. ¿Quieren una prueba? Propuso declarar el Estado de Conmoción Interior y el presidente Uribe le obedeció. Le obedeció también cuando pidió extender el impuesto al patrimonio y es muy posible que ahora la obedezca emperrándose en la decisión de ir hacia la segunda reelección. El sistema financiero necesita a Uribe y éste al sistema financiero. Recordemos las utilidades de 2008, en plena crisis internacional de ese sistema. Lean: “A pesar de la crisis económica mundial, un informe de la Superintendencia Financiera asegura que este sector tuvo utilidades por $10,8 billones al mes de diciembre de 2008, de los cuales $6,6 billones correspondieron a las sociedades administradoras y $4,2 billones, a los fondos administrados”, nos dijo Semana en febrero de 2009. Pienso que en la democracia caben magnates como Sarmiento Angulo, preocupados por la salud de los negocios e indiferentes a la salud de la democracia. Pero el hecho de que quepan no los faculta para decidir el rumbo de la democracia ni para hacer gobiernos paralelos. Propone porque le obedecen. Por eso el Sr. Sarmiento se atreve a decir que “la política de seguridad democrática cambió a Colombia” y que “la gran tragedia nacional es la violencia y la guerrilla que ha estado en este país por muchos años”. Pero cuando habla de esa tragedia no se le ocurre mencionar la barbarie paramilitar ni el precio económico, ético e institucional que debemos pagar para que Uribe cumpla la misión casi divina de salvarnos y salvar de paso al sistema financiero. *Escritor y periodista. Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar a mejor columna de opinión (2002 y 2003). salypicante@gmail.com