Columna


USO y abuso

JAIME ALBERTO RESTREPO CARVAJAL

09 de mayo de 2010 12:00 AM

JAIME ALBERTO RESTREPO CARVAJAL

09 de mayo de 2010 12:00 AM

Un empleado de Ecopetrol de 45 años, que haya entrado a la empresa cuando tenía 20, se puede pensionar tan joven gracias al “Plan 70”, contenido en la dadivosa Convención Colectiva reivindicada por la USO: si la edad y los años trabajados suman 70, ¡bingo! Esta perla, con las remuneraciones altas de Ecopetrol, hicieron insostenible tal prerrogativa y tuvieron que renegociarla: a partir del 1º de agosto de 2010 los empleados de la petrolera se pensionarán cuando cumplan 62 años, como el resto de mortales del país. Abusos similares sucedían en Colpuertos, Empresas Públicas de Cartagena, Telecom, etc. Por eso se destinan tantos recursos públicos a sostener una carga pensional privilegiada y menos a programas sociales. Hoy es gratificante comprobar que nuestro sindicalismo se modernizó y sus líderes gozan de reconocimiento nacional. En general, las centrales obreras cambiaron su lucha anti patronal “mata empresas” por otra constructiva donde todos ganan (sindicalismo siglo XXI). Pruebas fehacientes son los 2 Garzón, Lucho y Argelino, administradores públicos exitosos; uno de ellos cogobernará a Colombia de 2010 a 2014, merecidamente. Este clima sindical propositivo se truncó abruptamente el pasado 29 de abril en Reficar cuando decenas de trabajadores afiliados a la USO, acompañados de contratistas de Ecopetrol, irrumpieron a la fuerza en el campamento del proyecto, causando daños materiales a su paso, para protestar contra lo que ellos consideran “vulneración salarial y social”. La USO, sin tener derecho (los empleados de Reficar no son afiliados), quiere “mojar territorio” y enviar el mensaje, a Ecopetrol y sus socios, entre ellos a medio millón de colombianos accionistas, que no van a dejar nacer la empresa más importante en la historia reciente de Cartagena, sin meter un tentáculo allí. El botín de Reficar es atractivo: La inversión será de 3.777 millones de dólares. En tan poco tiempo han ejecutado 10%, generado 418 empleos y aportado $3.180 millones de pesos para los centros de formación del INEM y SENA en Cartagena, más $2.400 millones en programas sociales. En compras y contratos Reficar ha gastado $116.754 millones: ¡42,5% en Cartagena! Las bondades económicas, ambientales y competitivas de este megaproyecto sobra recordarlas... El abuso no es sólo de la USO; detrás de la gallinita de los huevos de oro de Reficar hay otros oportunistas al acecho. Hace poco, un ferretero, a nombre de Acopi, “regañó” en público al Presidente de Reficar porque no compraba 100% localmente (hasta le exigió mostrar los contratos); la respuesta de Orlando Cabrales fue contundente y sensata: las altas exigencias en calidad y precio no siempre las encuentran en la ciudad y deben buscar opciones más competitivas en el resto del país o el exterior. Cada paso de la ampliación de la refinería ha sido un viacrucis: los primeros estudios (1996), los documentos Conpes (2004 y 2005), la fallida entrada de Glencore con el 51% (2006), el Contrato de Mandato con Ecopetrol (2007), la recompra de acciones al inversionista estratégico (2009) y ahora la construcción (hasta 2013)…; Esperemos que la mentalidad ventajista local, reflejada en los incidentes de la USO y el ferretero de marras, no lleve a Reficar a terminar, como en el último paso de la “Vía Dolorosa”, crucificada. *Ing. Civil y MBA, Directivo Empresarial restrepojaimea@gmail.com

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