Columna


Vacas flacas

AUGUSTO BELTRÁN PAREJA

10 de octubre de 2009 12:00 AM

AUGUSTO BELTRÁN PAREJA

10 de octubre de 2009 12:00 AM

Los ciclos económicos de auge y depresión se asociaban con siete vacas flacas y 7 gordas. Una especie de castigo y esperanza. Era pobreza en siete años seguidos. Después dizque vendrían 7 años de bienestar y progreso. Ríos de leche y miel que nunca han llegado. Hoy se inaugura un evento ferial del sector pecuario en Cartagena. Se realiza con la pretensión de restaurar la calamitosa situación que padece la ganadería colombiana. Este certamen constituye un acto de fe en el desarrollo y la superación de dificultades. Pésimos resultados maltratan la actividad pecuaria. En leche la aberrante caída de $ 300 por litro y la arrogancia de los industriales de la leche golpean sin clemencia. Nos lamentamos los ganaderos de haber permitido que intereses mezquinos frustraran el fondo de estabilización de la leche. La propuesta de aportar $25 por litro fue abortada por una campaña auspiciada desde una poderosa cooperativa antioqueña. El productor ha quedado a merced de los especuladores, que lo someten a precios de ruina. Los precios al productor se reducen mientras al público le cobran lo mismo y…; si se descuida... Hay una cantidad inmensa de leche en polvo almacenada en los depósitos. El mercado internacional también presenta una coyuntura adversa: el sistemático dumping de los países europeos. Quienes producimos leche y carne hemos visto la escandalosa caída de los precios. La carne ha reducido su precio de $ 3.200 por kilo a $ 2.400. Tiburones de secano se apropian de la diferencia, porque el precio al consumidor se mantiene. Mientras los valores de la carne en el hato se reducen en un 30% para el productor, en los supermercados siguen campantes. El blá blá blá de la publicidad disfraza pérfido aprovechamiento. Se anuncian rebajas, que se dicen del 25% al 40% del precio, pero cuando se compra la carne, el precio es el mismo. Después de avisos y propagandas no hay nada. Si están comprando la carne a un 30% más baja de precio, esa diferencia se queda en manos especuladoras. El productor se lesiona y el consumidor no recibe beneficio alguno. Por otra parte Venezuela nos somete a la intemperancia de su “Jefe de Estado y de Gobierno” en la compra de leche y carne. Ahora pese a su crítica escasez de inventarios de ganado propicia un contrabando hacia Colombia. Los precios impuestos en Venezuela al ganado gordo distorsionan el mercado colombiano, además este contrabando perverso trae incalculables perjuicios de carácter sanitario, ya que los vecinos tienen la condición de país aftoso. La miope satisfacción de perturbar nuestra economía les resultará suicida, porque no tendrán inventarios para echar mano en enero y les tocará importar mucho ganado del cono sur con fletes altísimos. Hemos mejorado genética, sistemas de producción e irrigación de praderas. Se logró erradicar la aftosa que impedía el acceso al mercado mundial. Y aún así…; No nos dejan vender. Esta feria que se celebra en desalentadores momentos, será decisiva para el futuro de un negocio que ha recibido golpes arteros este año. Pero hay mística en los ganaderos colombianos hasta para padecer. No importan los maltratos de la naturaleza que se suman en este crítico momento. También serán superados. Vamos a salir adelante contra todos los factores adversos. *Abogado, Ex Gobernador de Bolívar y Ex parlamentario. augustobeltran@yahoo.com

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