El planeta está viviendo situaciones aberrantes que merecen debates serios y profundos a nivel de los organismos internacionales, de los gobiernos y pueblos de cada estado. Son miles las muertes por cigarrillos, por alcohol, por tráfico y consumo de drogas, por armas y por terrorismo. La producción, distribución, consumo y uso del alcohol, cigarrillos y armas es legal, no así el de las drogas que están ligadas al de las armas y a la violencia terrorista. El negocio libre y legal de las armas mueve en solo Estados Unidos 456 mil millones de dólares anualmente y 50 mil millones en las otras potencias. Las armas son utilizadas para los negocios de las guerras, del terrorismo y del tráfico ilegal de drogas. También USA y otros países europeos venden libremente los insumos químicos para el procesamiento de la cocaína en Latinoamérica que ingieren millones especialmente en aquellos países desarrollados. El elemento más importante del narcotráfico es la prohibición que se mantiene para la producción, distribución, venta y consumo. El precio de la droga se sostiene alto es por la prohibición y por ello, los carteles se matan entre sí en México y Colombia. En USA da la impresión de que las mafias internas no se combaten con la rigurosidad que debieran porque las drogas entran por todas partes y la marihuana ya es legal en varios estados de la unión. Lo mismo ocurrió con la guerra que en las primeras décadas del siglo XX se generó en USA por la prohibición del alcohol, pero desde hace 70 años es legal y se acabó esa guerra. Sin embargo, en ese país se mueren por año 80 mil personas por consumo de alcohol, 500 mil por cigarrillos y solo 2.200 por consumo de cocaína o heroína. Por consumo de marihuana –que se produce allá– no se registran fallecimientos. Allá se gastan por año, 57 mil millones de dólares en consumo de drogas y las mafias en el mundo se ganan anualmente 500 mil millones de dólares. En Suiza y Holanda se legalizó la venta y uso de las drogas. El estado, a los drogadictos, les da tratamiento de salud pública. Los resultados son satisfactorios porque se han reducido sustancialmente las muertes por esta causa y no hay guerra de carteles. Ha llegado la hora de comenzar a discutir la posibilidad de legalizar la producción, distribución, venta y consumo de las drogas. Creemos que la despenalización traería como consecuencia la oportunidad de que todo el proceso de las drogas sea de iniciativa privada con el control monopólico del estado para que le genere impuestos, baje de manera inmediata el precio y se acabe con las guerras de los carteles que ha sufrido Colombia y México. De esta manera se les quita el sustento a los grupos terroristas y el estado entraría a manejar el problema como de salud pública, igual que ocurre con los alcohólicos actualmente. Sin embargo, lo más grave es el arma tráfico, porque este negocio no lo controla nadie y los propios gobiernos le venden armas a quienes les da la gana, sobre todo la venta de armas ligeras que matan más que los buques o aviones de guerra. En todo caso, por el negocio de las armas, ha habido en los últimos 60 años, más de 40 millones de muertos. Entonces es hora de abrir el debate global. *Abogado, docente, escritor. rivelpa@yahoo.com
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