Evaluar tendencias gerenciales muestra una valoración fuerte del compromiso hacia la calidad, innovación, confianza, humanización de la comunicación, responsabilidad social y la puesta en marcha de procesos misionales estratégicamente dirigidos a las necesidades. Por tanto, el ejercicio de pensar y alcanzar -con criterio- la misión y visión, no solo requiere de alinear intereses individuales y organizacionales, también implica generar una cultura de calidad desde el día a día con una valoración clara de la gestión con impacto sistémico. Líderes y seguidores, jefes y subalternos, deberán apostar a la lógica de adaptarse a las nuevas demandas de aprendizaje y competitividad, donde sin lugar a dudas la investigación es y será su principal aliada en la tarea de re afianzar o reformar prácticas administrativas que dinamicen procesos e incidan en la sostenibilidad de su organización. Hace poco tiempo escuche a Don Alberto Araújo Merlano decir: “soy empresario porque es lo que más disfruto ser”. Dicha frase es absolutamente destacable si se mira su recorrido impecable -, y nos representa una expresión clave para identificar que el desarrollo de los sistemas organizacionales –decididamente orientados por sus líderes- está mediado por la motivación y la actitud del capital humano que dirige las empresas, en función de la flexibilidad y adaptabilidad que presente desde la relación y el conocimiento claro de su entorno. Por esto, cuando se decide ser parte de una empresa -seas propietario o no de la organización-, estas convocado a construir y proponer de manera continua una gestión integral, basada en el acto de disfrutar lo que se hace y asumiendo un rol responsable y comprometido que dé señales de un liderazgo transformacional capaz de impulsar proyectos y programas flexibles, adaptables y pertinentes. Indistinto del número de trabajadores o cobertura del servicio ofrecido, las organizaciones siempre dispondrán de oportunidades para fortalecer su gestión, y no repetir historias desfavorables de negocios inicialmente exitosos, que por parálisis paradigmática, no fueron visionarios y funcionales, cayendo así en el estancamiento, la perdida de posicionamiento y el cierre de operaciones. Recuerde que existen planes a su disposición, por ello el primer paso será desear que su organización avance, estructurar su estrategia, acceder metódicamente a los recursos, desarrollar las competencias de su personal, aprender a asumir retos, gerenciar con una mirada socialmente responsable y no olvidar que al fortalecer sus procesos en el marco en una cultura de confianza, su organización, la gente que en ella trabaja, sus familias, la ciudad y región se desarrollarán de una manera satisfactoria. La invitación dirigida a gerentes y trabajadores es clara, todo nuestro accionar puede, además de generar rentabilidad, generar o no valor público y desarrollo social. Por ello, cobra importancia una expresión de Michael Porter que plantea que “Las mejores empresas siempre están preocupadas", y respetuosamente me permito afirmar que la pre-ocupación estará demarcada por la capacidad visionaria de la alta gerencia y la pertinencia de su razón de ser con significación social. *Docente Universidad Tecnológica de Bolívar malcala@unitecnologica.edu.co
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