Columna


Windows 7 [1]

CARLOS CRISMATT MOUTHON

21 de noviembre de 2009 12:00 AM

CARLOS CRISMATT MOUTHON

21 de noviembre de 2009 12:00 AM

Tal como lo reconoce Microsoft, la versión de Windows 7 le dio en la vena del gusto a los usuarios. En efecto, todos los cambios se hicieron para dar respuesta a los comentarios de los detractores de Windows Vista. En su página de España, la empresa de Redmond dice textualmente: “Windows 7 se creó a partir de tus comentarios, por lo tanto, encontrarás muchas cosas que pediste. Nos pediste poder realizar tus tareas cotidianas de forma más rápida y fácil, que tu PC funcione como lo desees y que sea posible realizar nuevas tareas. Y eso es exactamente lo que estamos haciendo. Observa cómo se hace realidad”. Como el propósito de esta columna es orientar a los usuarios de la informática, procederemos a desmenuzar con sentido crítico todas las áreas de funcionamiento del nuevo sistema operativo. Vale decir, que en un sano ejercicio de valoración les contaremos lo bueno, lo malo y lo feo. Lo primero es analizar la afirmación de que Windows 7 es más rápido que Windows Vista. Según los programadores, durante el inicio de Windows 7 sólo se cargan los elementos mínimos para que funcione en pocos segundos. De tal manera, que las librerías que utilizan los programas se utilizarán en la medida en que se necesiten, sin tenerlas precargadas como en las versiones anteriores. Esto se conoce como carga de servicios bajo demanda. Lo anterior -sin duda-, da una ventaja teórica a la velocidad con que se inicia Windows 7. Pero, ¿qué pasa cuando ya se han instalado nuevos programas en el computador? La verdad, es que cada vez que hemos realizado una instalación limpia –es decir, que no sea una actualización sobre una versión anterior-, desde Windows 95 hasta Vista, en esos primeros momentos el sistema operativo corre como una bala. Cuando ya tenemos todo el software instalado, las pruebas demuestran que Windows 7 y Vista andan parejos. Aunque Windows 7 saca ventaja cuando los benchmarks –pruebas comparativas de velocidad- se hacen en equipos con procesadores de última generación –como los de 4 núcleos-, gracias a que está preparado para aprovechar su tecnología, cosa que por simple obsolescencia no hacen sus antecesores. Algo que engaña al principio es que en Windows 7 el escritorio aparece en forma más rápida que en Windows Vista. Pero lo que tienen en cuenta los laboratorios de prueba es el momento en que el sistema está totalmente funcional, y aquí es donde Windows 7 pierde su ventaja inicial, ya que después de mostrar el escritorio la luz roja del led del disco duro sigue parpadeando, hasta que se monta correctamente toda la información. Y, ¿esto descalifica a Windows 7? Por supuesto que no. Pero en cambio sí evita que las gentes se desilusionen por algo que en el fondo es menos importante que todas las cosas buenas que tiene Windows 7, y que iremos desglosando a través de las siguientes columnas. Hay que hacer los oídos sordos ante todos aquellos que descalificaron a Windows Vista, y que ahora lo pueden hacer con Windows 7. Por ejemplo, ya algunos consideran que éste último es una simple actualización del primero, ya que en la ventana de comandos –se abre con “Inicio/ Todos los programas/ Accesorios/ Símbolo del sistema”-, aparece como versión “6.1”, mientras que la de Windows Vista es “6.0”. *Ex gerente Caja Agraria, catedrático, especialista en audiovisuales. crismatt@gmail.com

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