Julio y agosto de 1810 fueron meses en los que, desde el 3 y 11 de aquel en Cali y El Socorro en su orden y luego de recorrer parte de la Nueva Granada se llegó el 20 a Santafé, causa de la duda sobre si en ese día se dio el primer grito de nuestra independencia, o si según vieja pugna este ocurrió el 6 de agosto en Mompox ó 16 meses después, el 11 de noviembre de 1811 en Cartagena, sueño que andaba desde y hacia ella a partir del 12, 16, 22 y 23 de mayo, 4 y 14 de junio; del 3 y 11 de julio en Cali y Socorro; del 20 de julio en Santafé, 6 de agosto en Mompox y del 9, 13 y 15 siguientes de 1810 en Cartagena y Socorro para culminar en esa el 11 de noviembre de 1811. Y del dicho 20 de julio se pasó al 6 de agosto en Mompox, 9 y13 en Cartagena y 15 del mismo en Socorro, cumpliéndose esa 1ª etapa declarativa de nuestro proceso libertario en el que se reasumía la soberanía, protegía a España de la invasión francesa sin independizarse de aquella y defenestraba a Montes, acto que tomó distancia ante la misma, porque la 2ª y última, relativas a la independencia en sí, empezaron el 14 de junio en Cartagena, ese 6 de agosto en Mompox negado por académicos heroicos y terminaron en aquella el 11 de noviembre de 1811. El Acta socorrana del 15 de agosto de 1810, a pesar de seguir a la de Mompox que absoluta había declarado su independencia según allí sostienen, inexplicablemente seguía defendiendo a España del Ejército Francés y no la independencia, lo que hace dudar sobre si El Socorro conocía la declarada por Mompox y si esta era veraz. Por eso Cartagena es alfa y omega declarativas del proceso independentista nacional, pues el material se cumplió, partiendo del 14 de junio en Cartagena, entre 1819 y 1821 con la Batalla de Boyacá y la Constitución de Cúcuta. ¿Qué dicen las Actas del 3 de julio de 1810 en Cali y del 11 siguiente en El Socorro? El Síndico Personero, según aquella, terminó así su requerimiento: “Y ¿cuál es el arbitrio para conseguir ese fin interesante? Yo no hallo otro que el establecimiento de una Junta Superior de Seguridad Pública, que se elija e instale en la Capital del Reino. Ella deberá velar en otros interesantes objetos sobre la salud y defensa de la Patria y la conservación de estos Reinos para Fernando Séptimo y su familia, según el orden de sucesión establecido por las leyes. Yo propongo este arbitrio inflamado del celo de mi ministerio, y como testigo que soy de los votos de esta muy noble y leal Ciudad. Las ciudades de España, las provincias y reinos son, tan parte integrante de la Monarquía como son las de estos dominios. Somos unos mismos en privilegios y derechos, según lo declaró la Junta Central y ahora el Consejo de Regencia, añadiendo que, siguiendo un principio de eterna equidad y justicia, fuimos llamados a tomar parte en el gobierno que cesó y que hoy está depositado en la Regencia...” Cali no quería separarse de España sino que, sumisa a Fernando VII, sufría como propio el problema de la invasión de esta por los galos, prueba de que “reasumiendo la soberanía” como se teorizaba, tanto El Socorro y Santafé no rompieron con España, sino que reaccionaron contra su ocupación por Francia. Dos procesos consecutivos hubo: uno pro España contra Francia; otro independentista contra España. *Abogado, catedrático, ex Representante, ex Senador, ex Gobernador, ex embajador ante la ONU. jangossa3@gmail.com
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