Columna


¿Vuelven?

AP

24 de septiembre de 2009 12:00 AM

CRISTO GARCÍA TAPIA

24 de septiembre de 2009 12:00 AM

Eso es lo que parece, compadre. Y como que es verdad, porque lo dice El Tiempo. ¡Qué vaina! ¿Y ya no dizque se habían controlado, y hasta acabado en algunas partes, con la extradición a los Estados Unidos de los jefes paracos más visibles y la Seguridad Democrática y la Ley de Justicia y Paz y las desinvestiduras por la parapolítica y las condenas de la Fiscalía y la intervención de la Corte Suprema? ¡Qué va! Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, dicen que decía un avezado estadista colombiano por allá en la tercera o cuarta década del siglo XX, pero ahora parece ser que una cosa y otra cosa son la misma cosa. Y la cosa, compadre, es que los paramilitares volvieron. O mejor, se devolvieron porque, según se viene a saber ahora, nunca se fueron ni se desmovilizaron ni se reinsertaron ni se reconciliaron ni se acogieron ni se recogieron. A lo mejor apenas se escondieron mientras pasaba el furor mediático y el Congreso volvía de vacaciones y la diplomacia colombiana se distraía en las fronteras y se aprobaba el referendo y Uribe pasaba su apezoco con la gripa que resultó, gracias a Dios, en falso positivo AH1N1. En fin, la cosa es que están de vuelta. Y por millares los paramilitares, devengando setecientos mil pesos mensuales + seguridad social + primas legales y extralegales + vacaciones + prima de salubridad y cuanto derecho es dable percibir por el trabajador en una empresa debidamente organizada para el cumplimiento de su visión, misión y objetivos. El caso es que la noticia de El Tiempo, domingo 20 de septiembre, no puede ser más diciente acerca de los ejércitos paramilitares que están de vuelta, bajo la dirección de “Cuchillo” y “Martin Llanos”, barriendo el Llano, Meta, Guaviare, Vichada y Casanare, copando territorios, reclutando tropa, desplazando población y, como corresponde a la magnitud de la empresa militar, convertidos sus frentes en verdadero “ejército”, el Ejercito Revolucionario Popular Anticomunista Colombiano, Eparc. Vistas así las cosas, la cosa está grave con el paramilitarismo vivito y coleando, fortalecido y dispuesto a copar territorios, a consolidar su poder, tanto militar como político, mediante alianzas que en el inmediato pasado dieron sus podridos frutos, la parapolítica valga decir. Pero como de esa cosa no se habla y si se habla cuanto se habla es poco y pasito, nada se ve o percibe que haga el Estado para controlar y erradicar ese brote que va en camino de convertirse en pandemia nacional y encaramarse sobre el frágil taburete de la institucionalidad y tomársela como ya ocurre en diferentes escenarios del poder local, regional y nacional. La cosa es que siendo tan acucioso y cositero el Presidente Uribe con la criminalidad, las mafias y el narcotráfico, no alcanza uno a entender cómo es que no haya podido percatarse de esa cosa tan grande y sumatoria de las tres que es el paramilitarismo que se viene con todo. Y menos, que la Seguridad Democrática no haya hecho el menor ruido para ¿Cómo le parece la cosa, compadre? *Poeta, escritor y periodista elversionista@yahoo.es

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