El Distrito, a través del gerente de Edurbe, anunció que las obras para recuperar el caño Juan Angola serán al fin una realidad, y además, no serán pañitos de agua tibia, sino un trabajo integral que incluirá recuperar todos los terrenos invadidos en los márgenes del caño, además de los creados mediante rellenos, en muchos casos por avivatos aspirando a hacerse sus dueños.
El gerente de Edurbe le dijo a El Universal ayer que son 5,7 kilómetros del caño que serán relimpiados y que serán invertidos 15 mil millones de pesos, entre el aeropuerto Rafael Núñez y el puente de Chambacú.
Escoger al contratista debe demorarse tres semanas y culminar el proyecto debe durar 10 meses más. El dinero ya lo tiene el Distrito y será manejado mediante una fiducia, con la buena noticia que se adjudicará el contrato “(...) a través de una convocatoria pública donde pedimos acompañamiento a la Procuraduría General de la Nación”, según le dijo el gerente de Edurbe, Bernardo Pardo, a El Universal. Es decir, le entendimos al funcionario que el contrato no será adjudicado a dedo y que además, y por iniciativa del Distrito, el propio procurador en jefe estará pendiente del proceso para mayor seguridad, confianza y transparencia.
Los trabajos tendrán varios problemas gruesos, como la invasión en La Unión, que la mayoría de los últimos alcaldes dejó crecer sin siquiera espabilar, acerca de la cual el Dr. Pardo nos indicó ayer que la Dimar aseguró que el alcalde local 1, Carlos Mieles, es el competente para desalojarla: “Él se comprometió a adelantar las actuaciones administrativas y policivas del caso, tanto con los que ocupan irregularmente con invasiones, como con los edificios levantados”.
Es decir, que los únicos infractores en la mira de Edurbe no son los invasores de bajos estratos de un lado del caño, sino todos los demás, incluyendo los edificios de estratos altos en el lado opuesto, algunos de los cuales no cumplieron las normas y tendrán que responder de su peculio por el terreno de Edurbe que tengan invadido con sus construcciones.
Al caño Juan Angola es indispensable recuperarlo ambientalmente, y también a los cuerpos de agua aledaños, con su fauna de aves, peces y crustáceos, entre otras especies. La relimpia, que debe dejarlo con dos metros en promedio de profundidad, también permitirá que sea navegado por embarcaciones de pasajeros de poco calado y que hagan poco oleaje. Ojalá que nada ataje este trabajo, que además de indispensable, es emblemático para la ciudad.
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