Editorial


Anato y el avistamiento de aves

EDITORIAL

11 de enero de 2014 12:02 AM

Quien crea que el avistamiento de aves es una tontería y no una industria multimillonaria con buenas perspectivas para un país tan rico en avifauna como Colombia, debería reconsiderarlo.

Wikipedia cita un estudio del servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos que dice que “los avistadores de aves contribuyeron con 36 billones de dólares a la economía de los EUA en 2006, y una quinta parte (20%) de todos los americanos (del norte) se identifican como observadores de aves. Se estima que los ‘pajareros’ de Norte América gastaron hasta USD32 billones en 2001. Un viaje promedio a un país menos desarrollado cuesta USD 4.000 por persona”. Aunque estas estadísticas no son frescas, indican la importante tendencia económica de la actividad.

Como Colombia es el país más rico en aves del mundo, tiene muy buen sentido fomentar esta actividad para colombianos y para extranjeros.

En buena hora la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (ANATO) anunció ayer un ciclo regional de capacitación en avistamiento de aves. La presidente de Anato, Paula Cortés Calle, dijo que “Colombia el país más biodiverso del mundo por kilómetro cuadrado, cuenta con 1.879 especies de pájaros, de las cuales 80 especies son endémicas. Esta es una excelente oportunidad para que las agencias posicionen el producto en todo el mundo”.

Otro aparte importante del comunicado decía que “Entre los temas que se tratarán durante la capacitación están la ubicación geográfica de los sitios para observación de aves, ferias de Birding, tipologías del turista, empaquetamiento de excursiones, y guía de Birdwatchers. Se realizará también una práctica guiada en cada una de las ciudades en donde se lleve a cabo jornada”. Según Anato, la capacitación en Cartagena será el 25 y 26 de enero.

El Universal ha venido proponiendo desde hace más de 10 años que Cartagena y Bolívar desarrollen esta industria en serio porque reúne todas las condiciones de éxito para los bolivarenses y para quienes nos visiten.

Cuando la naturaleza provee los insumos más importantes para un negocio, en este caso las aves, que se pueden “vender” miles de veces cada una sin tocarlas, es una omisión grave no fomentar la actividad. El programa de Anato debería captar el interés no solo del sector turístico privado, sino de la Alcaldía y de la Gobernación, ya que son los campesinos deberían guiar estas expediciones y beneficiarse de ellas.

El pajareo es la quintaesencia de una industria renovable y ambientalmente útil para educar a buena parte de nuestra población, de todos los estratos, acerca de la importancia de conservar la naturaleza.

Sin embargo, no puede hacerse a medias ni sin rigor porque desacreditaría el destino y no vendrían los pajareros que más gastan, que son los más dedicados y exigentes.

Ojalá que la iniciativa de Anato tome fuerza con disciplina, para mantener la credibilidad del avistamiento de aves en el país.

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