Editorial


Atletas en peligro

Es bien sabido que una de las formas más económicas para que un Estado mantenga una buena salud pública es prevenir las enfermedades y fomentar el deporte es una de las mejores maneras de hacerlo.

No tener una cultura de hacerse chequeos médicos frecuentes es uno de los grandes costos económicos y humanos de las sociedades en vías de desarrollo, que luego tienen que tratar enfermedades costosas para el fisco y para los pacientes, que pudieron evitarse, por lo que el bienestar que produce la práctica deportiva constante es un activo de los ciudadanos y del Estado.

En el país, incluyendo a Cartagena, se despertó una fiebre generalizada por el deporte que debe ser fomentada y cuidada por los administradores públicos, ya que le conviene a todos. Es notoria la cantidad de nuevos ciclistas y de practicantes del atletismo que utilizan los insuficientes espacios públicos para su deporte y los peligros que corren todos los días ante la avalancha de conductores de automotores desesperados e irresponsables que vuelan por las vías. También habría que decir que hay deportistas igualmente descuidados que se meten en contravías arriesgadas o que ocupan más espacio en los carriles del que deberían usar, sobre todo cuando no tienen un carro o motocicleta de escolta que proteja la retaguardia del grupo.

A quienes practican atletismo, que también son muchos en Cartagena, no les va mejor porque en la ciudad la mayoría de las aceras son trampas mortales con huecos, registros abiertos, rampas para meter autos a los garajes y antejardines, y cambios de nivel por cualquier motivo, además de que están ocupadas por rejas, carros, ventas informales y otros obstáculos propios del desgreño y abuso del espacio público.

Hace pocos días fue atropellado un ciclista en la Santander por un joven borracho que afortunadamente fue capturado de inmediato por la Policía a pesar de sus intentos de fuga. Recientemente le ocurrió algo similar a otro ciclista, según supo El Universal. Ambos tuvieron suerte y aparte de los destrozos a sus bicicletas salieron golpeados pero vivos del percance. Sabemos que como estos dos casos hay muchos más que quedan en el anonimato y la impunidad. Cartagena necesita con urgencia que se arreglen y amplíen sus aceras, y que se construyan ciclovías bien demarcadas.

Pero sobre todo, necesitamos una campaña para conductores, ciclistas y atletas, en donde queden claros los deberes y obligaciones de cada cual, aunque es indudable que los conductores de automotores tienen que respetar el metro y medio reglamentario al pasarse a los ciclistas en la vía y nunca olvidar que sobre la bicicleta, o trotando en la orilla de la vía, va una vida humana que debe cuidar por encima de su afán de llegar a donde va.

Las autoridades del país y de Cartagena están en mora de hacer esta campaña a la que con seguridad asistirían la mayoría de los medios.
============10micro-texto-comilla-verde (3229598)============
Pero sobre todo, necesitamos una campaña para conductores, ciclistas y atletas, en donde queden claros los deberes y obligaciones de cada cual (...)

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS