El alcalde Duque acaba de lanzar la idea de que el desfile de balleneras con las reinas de la Independencia se haga en la ciénaga de la Virgen y el caño Juan Angola, en vez de en la bahía de Cartagena.
Como saben los cartageneros, este caño conecta a la ciénaga de la Virgen con la laguna de El Cabrero, entrando al caño por la cabecera de la pista del aeropuerto Rafael Núñez, siguiendo de largo hasta el puente Benjamín Herrera y luego a la laguna mencionada, y de esta última se pasa por debajo del puente de Chambacú hacia Puerto Duro y de allí se llega a la laguna de San Lázaro pasando bajo el puente Heredia y de esta a la bahía de Cartagena por debajo del puente Román.
Es la misma ruta que usaría el transporte acuático de Transcaribe para trasladar pasajeros de La Boquilla y pueblos aledaños, de los barrios próximos a la vía Perimetral y a lo largo del caño Juan Angola hasta la bahía de Cartagena y de allí al Centro, entre otras posibilidades como Bocagrande, Tierrabomba, Pasacaballos, Barú e islas del Rosario.
El problema de esta ruta es que habría que hacerle una batimetría, aunque sea rudimentaria, ya que la ciénaga perdió buena parte de su profundidad debido a la sedimentación que recibe por los distintos caños de desagües pluviales durante las épocas de lluvia, y el caño de Juan Angola también ha sido sedimentado por causas naturales y por la acción depredadora de quienes lo rellenan para consolidar invasiones allí, y de quienes botas basuras a sus aguas. El Juan Angola es imposible de navegar en algunos tramos y si acaso las balleneras cupieran por el gálibo de los puentes más antiguos y pequeños que lo cruzan, al pasar por debajo del Benjamín Herrera -si fuera posible- se encontraría el acceso a la laguna de San Lázaro obstruido por un barrio de invasión que es una burla a las autoridades.
Habría que conocer en detalle el plan del alcalde Duque, pero como están las cosas las balleneras estarían limitadas si acaso a algunos tramos cortos del Juan Angola sin la garantía de que la propia ciénaga de la Virgen tuviera suficiente profundidad donde se necesitaría. La idea sin duda podría ser buena para el futuro, porque dudamos de que se pueda dragar el caño a tiempo para las fiestas de Independencia de este año, y como dijimos, dudamos que los gálibos de algunos puentes dejen pasar a las balleneras. Hace unos años El Universal navegó el Juan Angola en un pequeño bote inflable, invitado por Rafael Vergara Navarro, a la sazón director del EPA, y fue necesario que los tripulantes se agacharan para no perder la cabeza al pasar por debajo de uno de los puentes.
El alcalde podría definir una fecha futura para su proyecto de balleneras en estos cuerpos de agua, y poner manos a la obra para hacerlos navegables desde ahora mismo. Así tendría más oportunidad de hacerse realidad su idea.
Habría que conocer en detalle el plan del alcalde Duque, pero como están las cosas las balleneras estarían limitadas si acaso a algunos tramos cortos del Juan Angola (...)
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