Los recursos naturales más importantes económicamente casi siempre han sido minerales e hidrocarburos, ambos elementos palpables, tangibles. Por contraste, poco valor se le ha dado al viento, y aunque empujó los veleros para las más importantes exploraciones del mundo, ha sido visto con poco respeto en el sentido de su valía, hasta el punto de que algunos dichos lo tienen como un valor negativo, y las cosas que no están bien aseguradas, por ejemplo, “se las lleva el viento”, en este caso casi un villano.
La búsqueda de energía renovable y sobre todo, sustentable, ha llevado a grandes desarrollos en la tecnología de páneles solares, cada día más baratos y más eficientes; turbinas para ríos y arroyos, cada vez más livianas y productivas; y sobre todo, de molinos para energía eólica, cuya sofisticación y eficiencia crecen todos los días.
En Colombia, cuando uno piensa en brisa fuerte, de inmediato surgen imágenes de La Guajira, donde las corrientes de aire levantan grandes remolinos de arena seca y baten los ropajes de las mujeres aborígenes. Uno pensaría que allá la brisa sería capaz de llevarse una persona que se descuidara, y sin duda hay sitios donde sopla muy fuerte.
Este imaginario colombiano casi automático que iguala a la brisa más fuerte del país con La Guajira, ayudado porque allá EPM tiene un parque de molinos para producir energía eléctrica a partir de la brisa, lo acaba de volver añicos un estudio del Ideam, que no solo ordena los sitios de más brisa y viento en Colombia, sino que los clasifica como “Localización de lugares con mayor potencial de energía eólica”, es decir, va al grano y de manera integral, porque tener ese potencial es más que tener brisa, y el departamento ganador es Bolívar, más concretamente el pueblo de Galerazamba y sus alrededores.
El segundo lugar es de Boyacá; tercero, de la isla de San Andrés; el cuarto, del Huila; el quinto, de la isla de Providencia; el sexto, de La Guajira; el séptimo, también de Boyacá; el octavo, de Nariño; y así sucesivamente hasta el puesto 16, ocupado por Cundinamarca.
En cuanto a Galerazamba, también tiene la ventaja de que es fácil la interconexión de esta energía eólica a la red nacional, y este es uno de los criterios, además de la velocidad del viento y su permanencia relativa durante el año, para definir un buen sitio para desarrollar la energía eólica.
¿Qué hacer con esta recién descubierta posición privilegiada de Galerazamba para montar un centro de energía eólica? Lo primero es ampliar el conocimiento que tenemos de esta industria para luego atraer inversionistas expertos que inviertan de una manera que beneficie directamente al pueblo y al departamento de Bolívar, para que no se lleven todos los beneficios para otra parte, como ocurrió con el gas de La Guajira, que se fue derecho para Bogotá sin encender un solo bombillo guajiro.
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