En este espacio hemos venido insistiendo desde hace muchos años y con alguna frecuencia, en la conveniencia para Cartagena y Bolívar de explotar su gran variedad de aves silvestres, por supuesto, en el mejor de los sentidos: avistar nuestro gran caudal de pájaros como actividad económica sostenible y creadora de un círculo virtuoso para la naturaleza y por lo mismo, para el hombre.
Si ver las aves se convierte en una actividad lucrativa y generadora de empleos decentes, especialmente en el campo, entonces se creará aún más la conciencia de que es buen negocio conservar las aves en su hábitat, y eso obliga a cuidar los árboles donde anidan, las aguas donde beben y el entorno que les permite alimentarse. Es decir, cuidar la naturaleza se convierte en un negocio excelente, y por supuesto, no hacerlo sería un desperdicio y una tontería, además de un desastre para la supervivencia de los seres humanos.
El 5 de mayo pasado, Colombia ratificó su posición como el país del mundo con más especies de aves. Ese día, al avistar 1546 pájaros, 60 más que en 2017, esta nación nuevamente quedó como campeona en el Global Big Day, un evento mundial de avistamiento de aves que organiza la universidad de Cornell a través de su laboratorio de ornitología. Perú entró de segundo con 1490 aves vistas ese día. En el mundo, fueron avistadas 6.899 especies de pájaros.
En un comunicado de Procolombia emitido ayer, su presidente, Felipe Jaramillo, proclamaba: “Superamos en 60 aves los registros del Global Big Day de 2017, lo que consolida a Colombia como destino para el turismo de naturaleza. Este es un nicho que toma cada vez más fuerza en lugares que antes eran inasequibles y que hoy permiten a los viajeros acceder a la gran variedad de especies, muchas de ellas endémicas, que ofrece el país gracias a la diversidad de sus ecosistemas”. Procolombia ratifica que Colombia tiene 1921 especies de aves, “(...) de las cuales 79 son endémicas y 193 son casi endémicas”, y estas últimas son compartidas con Ecuador y Panamá.
Aunque la mayor variedad de aves están entre 800 metros sobre el nivel del mar y hasta 2400 metros, lo que le permitió a Antioquia ser la región de Colombia donde mayor cantidad de especies fueron avistadas el 5 de mayo, como lo enfatizó El Colombiano, en la Costa Caribe también hay muchas, teniendo Bolívar el privilegio de ir desde el nivel del mar hasta más de 900 metros en el cerro de Maco, en San Jacinto.
Montar cualquier negocio normalmente implica arrancar desde cero, pero el negocio del pajareo ya nos lo montó la naturaleza a los colombianos y lo que le toca hacer al hombre local es marginal: llevar a los interesados, que en el mundo cada vez son más, hasta los lugares donde están nuestras aves, y que las listas de las especies de cada lugar sean confiables. No meter a Bolívar y a su capital de lleno en esta actividad sería una muestra de gran indolencia, y le corresponde en primer lugar al sector privado, y luego al sector público, dar los pasos para que esta industria privilegiada sea importante, para bien de los bolivarenses.
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