Editorial


Cartagena Cómo Vamos

Cartagena Cómo Vamos (CCV) se ha convertido en el mejor insumo para saber cuáles han sido los cambios más importantes de la ciudad en los distintos sectores que estudia, incluyendo la calidad y extensión de la malla vial, la labor de las entidades ambientales para mantener la ciudad con un aire sano y libre de ruidos, las distintas clases de inseguridad, desde los atracos callejeros, los fleteos y las extorsiones, hasta los delitos sexuales contra mayores y menores, los sicariatos y los asesinatos por la llamada ‘intolerancia’, que pueden originarse en una situación cotidiana como una discusión entre ‘amigos’, que termina en violencia.

La encuesta también tiene que ver con la vivienda en Cartagena, y con los servicios públicos, al igual que con conceptos de urbanismo como la cantidad de espacio público por habitante.

La calidad de esta encuesta de percepción, que en este caso se refería a la calidad de vida de los cartageneros, es directamente proporcional a la calidad de la información que las distintas entidades le suministren a CCV. Y para que las entidades suministren información confiable y fidedigna, deben tomarla ellas mismas en esas condiciones.

Por primera vez desde que existe la encuesta de calidad de vida, CCV tuvo que interponer tutelas a varias entidades para que le dieran la información solicitada, a pesar de que hacerlo es una obligación, incluso con cualquier ciudadano que la solicite. La información de las entidades públicas es también un bien público, no sujeto a tapujos por parte de ningún funcionario.

La única entidad que nunca entregó la información, a pesar de la tutela, fue Cardique, y su homologo municipal, el Establecimiento Público Ambiental (EPA), no había hechos las muestras de rigor de calidad de aire, agua y ruido, así que estos datos le faltaron al informe.

Se entiende que la interinidad en la Alcaldía influye mucho en todo, incluyendo en el grado de responsabilidad que sientan los funcionarios por su trabajo, que desarrollan dentro de una gran volatilidad, dadas las repetidas separaciones del cargo de los distintos alcalde que ha tenido la ciudad en los últimos años. Esto por supuesto es una explicación, pero no una justificación, dado que los funcionarios deben cumplir con su deber por voluntad y motivación propia.

El EPA es una de las entidades clave del Distrito, especialmente dado el cambio climático en el que ya estamos inmersos, y debería ser una entidad técnica y no politiquera. Los resultados del nuevo censo que desarrolla el DANE permitirán que buena parte de los ingresos que hoy percibe Cardique del Distrito vayan al EPA, por lo que esta entidad es vista como un botín por la politiquería, a la que poco le importan los resultados de nada distinto a los suyos particulares.

Por lo pronto la alcaldesa (e) manifestó que los insumos de CCV le servirán al sector público y privado para mejorar los indicadores. Ojalá que la ciudad pronto se normalice, que la eficiencia de todas las dependencias mejore, y que toda la ciudad recuerde que su reto máximo es disminuir la pobreza, esfuerzo que se debería notar en la próxima encuesta de percepción de calidad de vida de CCV.

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