Editorial


Cartagena, pasión de leer

EL UNIVERSAL

24 de julio de 2018 12:00 AM

El libro vuelve a ser protagonista en Cartagena. La pasión de leer vuelve a ser una propuesta transformadora en la vida de la región y del país. La reciente experiencia del XXVIII Encuentro Nacional de Bibliotecas de Cajas de Compensación Familiar, en Cartagena, así lo hizo ver, con las estrategias de los promotores de la lectura.

Esta iniciativa asertiva se magnifica ahora con la propuesta de la I Feria Latinoamericana del Libro, que tendrá sede en Cartagena, en octubre, con la asistencia de editores y escritores de diversos países de América Latina. Es un nuevo evento gratuito en el que la ciudad no es escenario pasivo sino participativo en crear públicos y ciudadanos lectores.

Hace poco, el sector educativo, por iniciativa de la Institución Educativa Luis Carlos López y la Ciudadela Escolar Comfenalco, promovieron en el Centro de Cartagena, la Ruta del poeta Luis Carlos López, en la que participaron masivamente los estudiantes. Esta propuesta, al igual que las anteriores, se suma al estímulo y a la promoción de la lectura, y en particular, al sentido de pertenencia de los autores regionales y nacionales.

Cartagena tuvo en la década del sesenta ferias de libros que abrieron el puente entre autores y lectores. La experiencia mundial del Hay Festival Cartagena, diseñada en Gales y en Londres, abrió nuevos cauces a ese diálogo local y global.

El genio deslumbrante de Gabriel García Márquez sobresale y sobresaldrá en el universo literario local, nacional y mundial, pero Cartagena y Colombia aún tienen el reto de mostrar más a otros talentos que también son excepcionales, como Luis Carlos López, Jorge Artel, Candelario Obeso, Manuel Zapata Olivella, Héctor Rojas Herazo, Germán Espinosa, Alfonso Bonilla Naar, Gustavo Ibarra Merlano, Roberto Burgos Cantor, entre varios otros. El tiempo, sumado a una buena información y promoción, permitirá descubrir también a estos escritores geniales.

El apostolado sui géneris de Martín Murillo, con su Carreta Literaria, que recorre los rincones del departamento de Bolívar, y la perseverancia quijotesca desarrollada en aldeas y veredas remotas, de Luis Humberto Soriano Bohórquez, creador del ‘Biblioburro’, son ejemplos de las estrategias autóctonas para promover la lectura.

La pasión de leer abarca las bibliotecas de libros impresos o libros digitales. Los impresos tienen aún la ventaja de que nada los interpela o distrae, como sí sucede con los mensajes y sonidos súbitos de las plataformas digitales de uso múltiple. El libro impreso permite más concentración, aunque la pasión de leer trasciende formatos y soportes. Quien leyó en la antigüedad en los papiros, hoy puede leer en páginas de plantas de arroz o en páginas virtuales especializadas, apenas con sonidos que incorporan la ilusión de la página que se pasa.

Las bibliotecas tangibles o virtuales, siguen siendo gabinetes de la memoria y la imaginación de nuestros pueblos.

Así que una nueva Feria Latinoamericana del Libro surge en una ciudad al pie del mar Caribe para potenciar las virtudes de la lectura aquí y en su entorno rural.

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