Editorial


Cartagena y el cambio climático

El Invemar (Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras) y el CDKN (Climate and Development Knowledge Network) anunciaron ayer su satisfacción porque en el Plan de Desarrollo “Ahora Sí Cartagena 2013 – 2015”, aprobado el 18 de diciembre de 2013, se incluyó la “herramienta” del Plan de Adaptación al cambio climático.

Este tiene cinco “ejes”: 1. Diseñar un modelo de barrio en zona vulnerable adaptado al cambio climático; 2. Crear medidas de adaptación para los puertos y la zona industrial de Cartagena, fortaleciendo su competitividad; 3. Desarrollar un turismo amigable con el clima, preparado para el cambio que viene y fomentando mejores prácticas en visitantes y habitantes; 4. Restaurar los ecosistemas  para mitigar los impactos y crear allí un desarrollo económico distinto; y 5. Crear mecanismos financieros que apoyen la adaptación al cambio climático.

Para que este plan funcione, según Invemar y CDKN se debe “articular el trabajo de las diferentes secretarias del Distrito y aplicar acciones transversales bajo el liderazgo de la Secretaría de Planeación”.

Si esto se llegara a lograr y hubiese “una nueva visión del desarrollo a largo plazo”, como propone el documento, sería cercano a un milagro, ya que la secretaría de Planeación en todas las alcaldías ha hecho todo menos eso: planear. La improvisación se nota en todo, especialmente en el crecimiento de la construcción sin prever la infraestructura de movilidad indispensable.

El documento también propone “la creación e implementación de medidas concretas”, y no podríamos estar más de acuerdo. No se debería construir una casa ni edificio más sin unas normas prácticas mínimas como hay en otros lugares, especialmente los amenazados por el ambiente, como por ejemplo, la Florida por los huracanes, en donde el código de construcción tiene reglas claras, pragmáticas y sobre todo, no sujetas a la interpretación ni a la discrecionalidad. Entre otras cosas,  establece la altura mínima con respecto al suelo donde pueden ir camas para que nadie se ahogue mientras duerme.

Previendo que el nivel medio del mar subirá más de un metro en los próximos cien años (algunos científicos hablan de 1,20 metros en ese periodo), y que la tierra en la región del Mar Caribe se hunde un poco cada año, y que pronto habrá agua de mar todo el año en las calles de los barrios del litoral, no debería haber garajes subterráneos y la altura mínima a la que se construyan los primeros pisos de las casas y los edificios debería estar establecida desde ahora.

Invemar ya tiene la modelación de lo que le pasaría a Cartagena con el incremento paulatino del nivel medio del mar y la planificación debería ir desde saber qué es rentable arreglar con medidas como subir la altura de las calles, y qué es más rentable abandonar, y hacia dónde debe y no debe crecer la ciudad.

El Plan de Adaptación al cambio climático no puede depender de los caprichos de cada alcalde, sino que debe ser una política seria de Estado y de ciudad.

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