El Concejo de Cartagena facultó al alcalde (e) Pedrito Pereira, para desarrollar el plan maestro para las bicicletas en la ciudad, bien sea como vehículo durante el día, o como forma de deporte. Esta es una iniciativa excelente por las muchas razones que hemos dado aquí antes. Mejora la salud pública, y mientras más personas lo hagan de manera sostenida, menos se enfermarán y menos le costarán al erario, además del bienestar personal de cada ciclista.
Luego hay razones ambientales: mientras más personas se muevan en bicicleta, menos usarán vehículos contaminantes, bien sean propios o públicos, lo cual es un beneficio colectivo y personal. Además, las bicicletas desgastan muchísimo menos las calles, abaratando su mantenimiento. Las ciclas no hacen ruido, por lo que no habrá contaminación auditiva por llantas que chillan al frenar, o por un tubo de escape ruidoso, o por pitos neumáticos sonando en las vías. Fomentar que las bicicletas se usen tiene entonces muchas ventajas para la población común y corriente que necesita ir de un lugar a otro.
También está el ciclismo recreativo, en el que participan cientos de personas, sobre todo en las madrugadas, antes de ir a trabajar. Estos deportistas suelen ir lejos y rápido, y salen del perímetro urbano hacia municipios vecinos: de Cartagena a Gambote es una ruta común e incluye subir la loma de Turbaco de ida y de vuelta; hay grupos que utilizan la Cordialidad, entre Cartagena y Bayunca y hasta más lejos; y otros utilizan la zona norte, yendo hasta la Europa, o hasta el peaje de Marahuaco, o hacen combinaciones de rutas más largas, según la capacidad de los ciclistas. Otros combinan el asfalto con las trochas mediante ciclas de montaña.
Pero al ciclismo le salió un enemigo que también lo es de muchas otras actividades: la inseguridad. Los atracos a ciclistas aumentan, especialmente en ciertas zonas, cuando los deportistas son pocos o van solos.
Los malhechores suelen tumbar al ciclista para que los golpes lo aturdan, y así poder robarles a sus anchas, desde los celulares, que son un gran atractivo, hasta el dinero, y en algunos casos, la propia bicicleta, como ocurrió antier al terminar el viaducto de la ciénaga de La Virgen, en su lado norte. El atracador usó un cuchillo para amenazar al ciclista y se llevó la bicicleta, dejándolo allí con fracturas en los hombros.
La Policía, en tiempo récord, recuperó la cicla ayer y se la devolvió a su dueño. El ladrón parece estar identificado y solo falta capturarlo. Esta es una noticia positiva, pero se requiere que la Policía y demás autoridades implanten una seguridad permanente que garantice la seguridad de los ciudadanos siempre. No todos los ciclistas pueden andar en pelotones con escoltas.
Hasta ahora no ha sucedido una desgracia mayor, pero si las cosas siguen como van, podría ocurrir en cualquier momento. Las autoridades no pueden permitir un atraco más dentro o fuera de la ciudad.
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