Cartagena ha sido en los últimos cincuenta años, una ciudad de películas.
La presencia del actor norteamericano Will Smith, quien está filmando "Gemini man", de Ang Lee, producida por Jerry Bruckheimer, confirma una profecía de Víctor Nieto Núñez, al crear el Festival Internacional de Cine de Cartagena, en 1960, y expresar que la ciudad se convertiría en capital de filmaciones del cine nacional y mundial. No solo en destino turístico y cultural, sino en escenario de filmaciones, mapa de fotógrafos, pintores, músicos y escritores.
Primero se filmó "Quemada" (1968), de Gillo Pontecorvo, con Marlon Brando y Evaristo Márquez. Luego, vinieron: "El juramento del Corsario Negro" (1976), de Sergio Solliman; "La misión" (1985), de Roland Joffé; "Crónica de una muerte anunciada" (1986), de Francesco Rosi; "Cobra verde" (1987), de Werner Herzog; "Nostromo" (1995), de Alistair Raid; "El amor en los tiempos del cólera" (2007), de Mike Newell; "Del amor y otros demonios" (2009), de Hilda Hidalgo.
El cine del mundo redescubre en esta oportunidad, con Will Smith, escenarios emblemáticos de nuestra Independencia en Getsemaní, como la calle de La Sierpe, San Antonio, Del Pozo, y baluartes como el Castillo de San Felipe, además del Pie del Cerro, Mercado de Bazurto, entre otros.
El cine regional y nacional tiene en Cartagena una plataforma de promoción de las producciones nacientes y en construcción, y es una de las mejores ventanas para la afirmación de una rica y fecunda cinematografía que cuenta historias contemporáneas o del pasado colonial de la ciudad. Esta urbe es clave en el destino de proyectos fílmicos del país.
La sola historia de Cartagena es una suma de prodigiosas aventuras, entre el asalto de piratas, el puerto infame de la esclavización de africanos y los contrapuntos de la historia contemporánea.
La estrella de Hollywood que nos honra estando en Cartagena, ha ganado cuatro Premios Globo de Oro, dos Premios Óscar y Premios Grammy. Ha sido exitoso como actor y cantante de rap. Sus cuatro álbumes de música, prueban su magistral talento como cantante.
Es difícil olvidarlo en filmes como El príncipe de Bel Air (1990), Día de la Independencia (1996), Hombres de negro (1997), En busca de la felicidad (2006), Soy leyenda (2007), La belleza inesperada (2016), entre otras, encarnando seres humanos que desafían la violencia, la orfandad, la humillación y la injusticia.
El actor Will Smith ve en la comunidad afrodescendiente de Cartagena, y en el público que lo aclama junto a su hijo, una reserva humana que el mundo aún desconoce. Una sociedad que, en medio de sus dificultades, aún no ha perdido el don de la solidaridad y el sentido de su alegría.
Cartagena está en la mirada del mundo, con su historia singular, con su humanidad, con sus colores y con su cine.
El séptimo arte recorre por estos días, desde Bazurto hasta el Centro Histórico, y esa es una gran noticia.
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