Editorial


Con los niños no

Utilizar a los menores de edad para cometer delitos es inaudito, pero para los bandidos se  ha vuelto una costumbre involucrarlos en sus aterradores actos criminales, aprovechándose de la inocencia de unos seres vulnerables.

En este mismo espacio hemos rechazado varias veces la explotación sexual infantil, que tuvo mucho más eco recientemente con la operación Vesta I, que dejó a varios proxenetas capturados, algunos de ellos sindicados de usar a menores de edad para ponerlos a disposición de los depravados clientes.

No salíamos del asombro al conocer los detalles que entregó la Fiscalía de cómo operaba esta red, cuando se informó que efectivos de la Sijín de la Policía Metropolitana, liderados por un fiscal, atraparon a 16 presuntos miembros de una banda que ponía a menores de edad a vender drogas.

La banda, que era llamada ‘los del Puente’, se dedicaba a expender alucinógenos en el sector La Islita, del barrio El Pozón, pero lo que más indigna es que eran los niños los encargados de llevar la droga a domicilio, o peor aún, ofrecerla desde las casas que eran usadas como expendios.

Fueron tres meses los que dedicó un agente encubierto para descubrir el repugnante actuar criminal. Los niños no solamente eran usados para vender, sino también para vigilar y avisar a los demás miembros de la banda, de cualquier asomo de uniformados de la policía que patrullaban por la zona.

Las autoridades pudieron establecer que esta modalidad le dejaba ganancias a la banda de hasta 450 millones de pesos al mes. Se está investigando también si los padres obligaban a sus propios hijos a cometer el ilícito, pues al parecer se aprovechaban sabiendo de la laxitud del sistema de juzgar a los menores.

Por lo anterior, cada vez es más común reclutar menores de edad para el crimen organizado, lo que obliga a las autoridades a estar muy atentas.

Que un niño venda drogas desde su casa, con un adulto adentro vigilando, como se ve en el video en el que se infiltra el investigador, es una infamia.

Afortunadamente, una vez más, el trabajo serio y juicioso que vienen adelantando en conjunto la Policía y la Fiscalía en la ciudad vuelve a arrojar resultados positivos, y es una muestra que genera confianza y manda un mensaje a la ciudadanía de que es importante seguir denunciando todos estos casos.

Son ya nueve los operativos de este tipo que se han hecho y que han dejado las capturas de 63 personas en Cartagena, que enfrentan procesos por tráfico de drogas. Varios menores también han sido aprehendidos.

La drogadicción es un problema de salud pública que se dispara, un negocio que mueve 10 billones de pesos al año en el país, y que se está metiendo con estrategias perversas en los colegios para inducir a los niños al consumo, por eso urge conocer las medidas integrales que tomará el Gobierno para combatirla.

Las políticas deben estar enfocadas en prevenir y tratar la adicción, sobre todo en la infancia, que se ha convertido en el gran objetivo de las mafias para ver crecer su negocio sin importarles cuántas vidas estropean.

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