Una alianza entre el Distrito, Minambiente, Invemar, la Cámara de Comercio de Cartagena y el CDKN, produjo el documento “Lineamientos de adaptación al cambio climático del área insular del distrito de Cartagena de Indias”, dentro del Plan 4C: “Cartagena Competitiva y Compatible con el Clima”.
Las islas son importantes para Cartagena de muchas maneras: son un atractivo turístico que al incentivar a la gente a venir a la ciudad para conocerlas, incrementa la ocupación hotelera, el uso de restaurantes, taxis, compra de artesanías, y todas las demás actividades del turismo que irrigan dinero en la economía de cualquier destino. Las islas, como lo señala el documento, también son importantes porque defienden a Cartagena de los embates del mar, pero no son inmunes al cambio climático, sino todo lo contrario.
El documento señala cuatro amenazas principales para las islas que son igualmente válidas para las zonas costeras de la ciudad: el aumento en el nivel del mar, que será de 16 cm hasta el año 2040, que es el rango de este documento. En 25 años, mejor dicho, habrá muy pocas calles de la Cartagena costera que no estén bajo agua, muy especialmente las de La Boquilla, Cielomar, Bocagrande, Castillogrande, El Laguito, Crespo, Manga y muchos otros lugares. Y las islas, especialmente del Rosario y San Bernardo, estarán reducidas de tamaño y serán golpeadas cada vez más duro por el mar. Las costas de las islas y de la ciudad se erosionarán y el agua salada entrará a cuerpos de agua que hoy son dulces.
El aumento en la temperatura, la segunda amenaza, ocasionará una gran incomodidad y la muerte de los corales, lo que a la vez terminará de acabar con la pesca.
Disminuirán las lluvias, lo que hará escasear el agua potable y para riego, y por lo mismo las cosechas.
Y de último, el documento dice que habrá eventos extremos con más frecuencia: mares de leva, tormentas de lluvia, vendavales e inundaciones.
¿Qué se puede hacer? La verdad es que adaptarse a lo que viene, hasta donde se pueda, haciendo énfasis en la sostenibilidad de los lugares, es la única solución realista para poder vivir allí durante muchos años más.
Si se le instalaran obstáculos a las olas mediante estructuras prefabricadas de cemento en ciertos lugares claves, y espolones en otros, se aminorarían los daños durante muchos años, pero aún no conocemos el famoso “plan integral” que Parques Nacionales iba a entregar hace varios años para las Islas del Rosario.
Para la Cartagena turística, la avenida del Bicentenario entre el Túnel de Crespo y el Hotel Caribe es la única defensa realista y duradera contra el Caribe, además de levantar la altura de la mayoría de sus demás calles.
Es increíble que solucionar las inundaciones de las calles por las mareas altas no sea una política de estado de primer orden de los gobiernos nacional y local. Cada año son visiblemente peores y no pasa nada.
Ojalá que siga el esfuerzo que produjo el documento mencionado para conocer propuestas mucho más concretas.
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