Editorial


Definido el PEMP, adiós al gran parque

El alcalde Dionisio Vélez le dijo ayer a El Universal que hubo un acuerdo del cual solo faltan detalles para poder firmar el Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico, lo que le da vía libre a la Armada Nacional para negociar sus predios.

Vélez explicó que en vez de tener 40% de áreas libres y verdes, el proyecto tendrá el 60% para ese fin, lo que permitirá continuar la avenida Tercera por este lote, aunque al final habrá algo de efecto embudo al encontrarse con la San Martín a la altura del Hospital Naval y apartamentos aledaños.

El Gobierno Nacional construirá el túnel entre Bocagrande y Manga, partiendo de los predios de la Base Naval hasta Manga, cerca a la bajada del puente Román. Esta es una buena noticia para Bocagrande y para el Centro, pero no tan buena para Manga, que seguirá con gran cantidad de tráfico atravesándolo mientras el espacio útil de las calles se reduce por el parqueo abusivo de los habitantes de los cada vez más numerosos, grandes y poblados edificios de esa isla.

El túnel es la única solución aceptable puesto que un puente, que se pretendía construir en alguna época, destrozaría la visual del Centro desde las embarcaciones al entrar a la bahía de las Ánimas, además de impedir que barcos de vela de grandes mástiles como el Gloria y los demás “Tall Ships”, que ya son visitantes habituales de nuestro puerto, puedan llegar al muelle de La Bodeguita, como hacen hoy.

El alcalde Vélez habló de edificios de hasta 30 pisos en el lote de la Base Naval, que estarían en el lindero del lote con Bocagrande y que irían bajando en altura a medida que se acerquen al Centro Histórico, y también dijo que se respetarán los “conos visuales” establecidos por los expertos para no quitarle la vista a los monumentos desde los sitios definidos. La solución de 60-40 no es la ideal,  ni a lo que aspiraban los habitantes de Bocala, pero podría haber sido peor.

El alcalde también aseguró que habrá un paseo peatonal de casi 8 kilómetros de largo entre el Club Naval y el muelle de La Bodeguita, y que mantendrá el mismo ancho en todo el trayecto.

Los muelles de la Base serían aprovechados con seis puestos para cruceros, subiendo la capacidad de los 5 que pueden llegar ahora al mismo tiempo, a 11 en total, previendo el crecimiento de esta industria en Cartagena. La dársena donde Cotecmar repara hoy ciertas embarcaciones menores se convertirá en una gran marina y el paseo peatonal antes mencionado pasará por su orilla también. Los pasajeros de los cruceros podrán ir a pie al Centro si lo prefieren, evitándose en todo caso la frustración de la avenida 4 de Manga, que es hoy su ruta obligada entre la Sociedad Portuaria y la zona amurallada.

Aunque seríamos ilusos si creyéramos que el proyecto de la Base arrancará pronto, ya que antes tiene que construirse la nueva instalación naval que probablemente no será ya en Tierrabomba, quizá sí se podría ceder desde ahora algún espacio para ampliar las vías que más embotellan a Bocagrande.

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