Editorial


Deporte y tejido social

El deporte colombiano vive unos momentos inigualables gracias a varios de sus pedalistas que triunfan en Europa, siendo Nairo Quintana el exponente máximo. Y ayer, Catherine Ibargüen triunfó es su especialidad, el salto largo, en el que obtuvo una medalla de oro en Moscú contra las deportistas más importantes del mundo.
Hace poco la paisa Mariana Pajón ganó una medalla de oro en bicicross en las competencias olímpicas de Londres, mientras que desde hace muchos años los patinadores colombianos ganan competencias internacionales, siendo quienes han sacado la cara por el país con más frecuencia en la última década.
Entre los patinadores se destacan muy especialmente los cartageneros, cuyo símbolo es la Chechi Baena, aunque hay muchas patinadoras que la rondan en calidad y el semillero crece. Elías del Valle, el entrenador de la Selección Colombia de patinaje, también es un caribe de Cartagena.
Los patinadores locales exitosos, fruto de los semilleros nacidos de las organizaciones de base manejadas por los padres de familia, eran reclutados por equipos de otras partes de Colombia, y Cartagena y Bolívar quedaban con esos vacíos, hasta que el gobernador, Juan Carlos Gossaín, comenzó con su política acertada de repatriar a nuestros deportistas de calidad.
Las instalaciones que le quedaron a la ciudad luego de los Juegos Centroamericanos y del Caribe del año 2006 están a la altura de las de cualquier parte, aunque su mantenimiento ha tenido altibajos. De todas maneras, las instalaciones deportivas de Cartagena subieron muchos peldaños al tener lugares donde practicar el atletismo, la natación, el béisbol, el fútbol y hasta el tenis.
Es increíble, sin embargo, lo sucedido con la infraestructura de patinaje, porque en vez de tener más pistas para este deporte, perdimos una muy importante y emblemática porque allí nació todo: la del Parque del Centenario.
El Ministerio de Cultura determinó que a esta pista no le correspondería seguir en ese entorno histórico a pesar de que ya llevaba muchos años en el Parque del Centenario y de que era muy concurrida, además de ser la pista en la que se iniciaron nuestros campeones, Baena y demás, siendo niños. Restaurarla aún era útil para la ciudad, a la que ahora solo le queda la pista del Campestre y tendrá que estudiar donde construir al menos otra, aunque la departamental en Arjona ayuda a descongestionar la pista urbana.
Incomoda la dictadura del Ministerio de Cultura sobre Cartagena, ya que mete sus narices centralistas y autoritarias en las fibras mismas de la vida de la ciudad, pero a la vez, es difícil reclamar independencia  cuando no somos capaces de mantener en buen estado los espacios y monumentos públicos adscritos al Distrito, con la salvedad de los antes manejados por la Sociedad de Mejoras Públicas y ahora por la Escuela Taller, donde participa Mincultura.
Es indispensable que el Distrito trate de articular políticas deportivas en el mismo sentido de la Gobernación para aumentar nuestra autoestima y bienestar social a través del deporte, que además de promover la salud, es una avenida de progreso para los atletas.

 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS