La solución obvia en una ciudad ordenada sería que todos los autos visitantes llegaran a unos parqueaderos bien cuidados en las entradas de la ciudad...
Desde hace muchos años y cada año con más intensidad se debate qué hacer con los carros y buses de turistas que afortunadamente para la economía de la ciudad la “invaden” durante las temporadas altas, especialmente la de fin de año, cuando se estacionan en todas partes, incluyendo las zonas “verdes” frente a las murallas donde ahora se instalan bolardos.
En esas épocas Cartagena se vuelve un caos y es aún más intransitable, aunque es innegable que una vez el Distrito termine la cantidad de obras viales regadas por la ciudad -especialmente las de la Santander en el caso que nos ocupa- se sentirá un alivio y mejorará la movilidad con respecto a la que había, pero aun así, la ciudad en general se queda corta.
Y también se notará el nuevo retraso en el Túnel de Crespo, que no entrará en servicio este mes, sino en diciembre, quitándole a la Santander la fluidez ganada con el tramo nuevo que construye la administración de Vélez en cemento rígido en la antigua zona de huecos frente a la muralla.
Los bolardos entre la Santander y la muralla impedirán usar esta área para aparcar la ola de vehículos que ya mencionamos, especialmente después del 25 de diciembre.
Este no es un problema nuevo de la ciudad pero sí es cada vez más crítico. Algunas personas recordarán que hace unos años se habló insistentemente de un parqueadero subterráneo debajo del que ya existe en el Parque de La Marina, y también de algunos edificios solo para parquear en la zona del Centro y La Matuna. No solo no se ha hecho nada, sino que el parque automotor local creció exponencialmente, sin contar el ya mencionado que nos entra del interior del país.
¿Qué hacer?
El éxito de Transcaribe sin duda es la clave de ese y de otros problemas de movilidad, pero está clara una cosa: se necesita evitar que entren al Centro y sector turístico las hordas de carros y buses foráneos.
La solución obvia en una ciudad ordenada sería que todos los autos visitantes llegaran a unos parqueaderos bien cuidados en las entradas de la ciudad, ojalá cerca de Transcaribe o en instalaciones aledañas a esa empresa para tomar allí mismo los articulados o taxis hacia el sector turístico, en donde la gente debería andar a pie, en bus o en taxi.
Esto, naturalmente, es una utopía en una ciudad que aún gatea en cultura ciudadana, pero para poder tener calidad de vida para sus habitantes en primer lugar, y luego para sus visitantes, y seguir siendo turística y crecer esa industria y otras que generan empleo, tiene que organizarse la ciudad. Seguir improvisando es cada vez más caro social y económicamente.
La realidad inmediata es que llegarán carros y buses y tendrán que estar en alguna parte. ¿Dónde los puede poner la administración para que no incrementen el caos?
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