Editorial


Educar es la clave

EDITORIAL

15 de septiembre de 2015 12:00 AM

Dentro de 42 días se conocerá quién será el alcalde o la alcaldesa de Cartagena.

Conscientes de la sombra de delincuencia, intolerancia y fatalidad que se cierne sobre nuestra ciudad, los candidatos han expuesto sus programas de gobierno, situando a la inseguridad como problema ineludible y que más sensibilidad genera.

Esta semana, por ejemplo, publicamos en nuestra edición digital el relato de una mujer que tomó una mototaxi de Bocagrande hasta el Pie de La Popa, quien contaba los momentos de angustia sobre ese vehículo, la manera como fue llevada hasta un callejón solitario, pero lo más indignante, más allá de la pérdida material, fue la intimidación: “No grites que tengo dos homicidios encima, ¡entrégame el bolso!”, amenazó el desconocido. Un millón de pesos en efectivo, computador portátil y documentos personales hicieron parte del botín hurtado.

El atraco, que por fortuna no terminó en una desgracia mucho peor, muestra la guerra sin cuartel en la calle, que asiduamente va ganando terreno en la cotidianidad de todos, porque incidentes como estos pasan desapercibidos en los medios de comunicación por su cruel recurrencia o baja complejidad. Pero sí se habla de ellos en las avenidas, en los cafés, en los buses, en las redes sociales.

Cuando creemos que lo hemos visto todo, aparece un nuevo suceso que nos devuelve la certeza de la infinita capacidad de algunos para hacer el mal, recordando aquella frase de Darío Echandía, quien fuera presidente de nuestro país en 1943, en la que sentenciaba que “Colombia es un país de cafres”. Muchos creen que se quedó corto.

Pero mucho más allá de  generalizar, los individuos son moldeados por el entorno, por el sistema de valores propio de cada familia y por su cultura. Y al parecer, como se ha dicho desde esta trinchera muchas veces, sólo pueden cambiarse esos diferentes entornos a través de la educación, del conocimiento y el trabajo arduo.

Por eso insistimos en que el próximo 25 de octubre los cartageneros voten por una propuesta distrital dirigida a sembrar consciencia a través de la educación.

El profesor y político Antanas Mockus ha dicho en varias ocasiones que culturalmente en este país hay una aprobación de comportamientos ilegales y que las personas conservan una actitud de justificación a éstos por razones morales o por normas sociales. Nosotros queremos ser más optimistas.

“La gente que debería sentir culpa, no la siente”, decía el profesor en una entrevista ofrecida a El Universal. Y quizá en eso sí tenga toda la razón pues como sociedad no logramos hacerle sentir culpa ni vergüenza a casi nadie, y es por ello que tantos se instalan con tanta facilidad en el delito.

Las nuevas generaciones, en especial, tienen la oportunidad de encontrar nuevas respuestas al entorno en qué vivimos.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS