Editorial


El abrebocas del CNA

EDITORIAL

16 de agosto de 2015 12:00 AM

El Censo Nacional Agropecuario (CNA) es indispensable para conocer el campo colombiano y diseñar políticas para este importante sector de la economía y gran empleador nacional.

Según el DANE, este es el censo más incluyente de la historia porque con sus 25 mil censistas, entre noviembre de 2013 y diciembre de 2014, cubrió todos los municipios del país, es decir 1101, incluyendo a San Andrés, Santa Catalina y Providencia, además de “20 áreas no municipalizadas, 773 resguardos indígenas, 181 tierras de comunidades negras y 56 parques nacionales naturales”.

El DANE acaba de dar un avance con algunos datos, como por ejemplo, que “82 % de los cultivos agrícolas representan el 6,3% del total del área rural dispersa, lo que equivale a 7 millones 115 mil hectáreas”.

Eso quiere decir que el 93,7% del área rural dispersa está en otros usos, que pueden incluir bosques y ganadería, pero queda claro que 6,3% es un área demasiado pequeña para la agricultura y que esta actividad necesita un incremento dramático en extensión, no solo incorporando nuevas tierras, como las de la altillanura, sino pasando muchas fincas ganaderas a la agricultura. Según el DANE, “del total del área para uso agropecuario, 80,5% se destinó a pastos, seguido del uso agrícola con 19,1 %”. Es obvio que esta proporción tiene que cambiar para poder producir más comida, de más calidad y más barata, tanto para el país como para exportarla.
Del total del área en agricultura, dice el DANE, 74,8% son cultivos permanentes y 16,0% transitorios. Es probable que los permanentes sean banano y palma de aceite, principalmente.

“El CNA 2014 mostró una mayor participación de las Unidades de Producción Agrícola (UPA) en el rango de 1.000 y más hectáreas del área censada, con respecto a los censos anteriores”, dice el avance del DANE, lo que mostraría que creció la concentración de la tierra, o que entraron nuevas fincas de gran tamaño, como algunas de la altillanura, a contribuir a la producción del país, aunque esto último no parece muy probable dados los problemas jurídicos para acumular tierra para la gran agricultura en el país.

Otro dato que preocupa es que “11,5 % de la población mayor de 15 años no sabe leer ni escribir,” pero es positivo que este porcentaje bajó, ya que en un censo parcial de 2005 era iletrado el 18,8 % de este segmento. Y el porcentaje de mujeres jefes de hogar subió de 18% a 27,8% en el mismo periodo, lo que también inquieta.
Los datos divulgados por el DANE son parciales y apenas un abrebocas, pero marcan una tendencia que seguramente será confirmada por los datos totales.

El país tiene que buscar cómo producir más carne y leche con menos tierra, dedicarle más área a la agricultura, y producir mucho más por hectárea en cada cultivo.

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